Política

Intendente impide a gremialistas y a cesanteados el ingreso a un festival

Un intendente confeccionó una lista negra para impedir ingreso de gremialistas a un festival.

El intendente Luis Polti confeccionó una lista negra con cesanteados y dirigentes de ATE para impedir que ingresen al Festival del Cabrito que se realizó el fin de semana próximo pasado en la localidad de Recreo. Con el argumento del Derecho de Admisión, municipales y la policía se ocuparon de hacer cumplir la orden del jefe comunal peronista que llevó la pelea con los trabajadores hasta el absurdo de impedirles disfrutar del festival del pueblo. 

La situación fue empeorando por el endurecimiento de la postura oficialista al punto que el propio gobernador, Raúl Jalil, respaldó los despidos en Recreo y Valle Viejo afirmando que son insostenibles los nombramientos que hicieron los exintendentes radicales Roberto Herrera y Gustavo Jalil.

El peronismo buscó sostener las desvinculaciones laborales y apeló al cansancio de la protesta, pero se produjo el efecto contrario y ATE anunció un paro provincial para el jueves, en tanto hoy un gremialista comienza una huelga de hambre en Valle Viejo.

En peronismo argumenta que los administradores anteriores hicieron nombramiento sin la legalidad correspondiente y cada vez que pudieron redoblaron la apuesta en el despido de trabajadores que sostienen que tienen un derecho adquirido y que la familia pasará hambre si se les quita la única fuente laboral que poseen. ATE único gremio que está dando la pelea,  el SOEM de Valle Viejo por ejemplo se alió a la patronal formando parte incluso del gabinete de la intendente Susana Zenteno. 

El problema es político y económico

Los despidos se judicializaron, pero el problema de fondo es político y sobre todo económico. Mientras tanto, militantes que trabajaron en la campaña para Polti y Zenteno comenzaron a reclamar en voz alta el empleo prometido por lo que los intendentes necesitan esos espacios para cumplir con compromisos políticos.

La situación se tensó tanto que en Valle Viejo hubo represión y los edificios públicos se encuentran vallados y con personal policial de manera permanente. Hubo ollas populares, cortes de ruta de todos los accesos y hasta un acampe de mujeres frente a la comuna chacarera. Ambos casos (Recre y Valle Viejo) fueron muy mal manejados políticamente y son una olla a presión para el peronismo gobernante.

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