Política

Festejo por tener casi 70 mil pobres en Catamarca, la verguenza de la tarjeta Alimentar

Una provincia que saca oro festejando 17 mil tarjetas.

¿Para festejo o tristeza la Tarjeta Alimentar? Depende de dónde se lo mire. El ministro de Desarrollo de la Nación, Daniel Arroyo, y el gobernador Raúl Jalil festejaron entregar 17 mil Tarjetas Alimentar, en una provincia como Catamarca que tuvo el yacimiento minero más grande de Sudamérica y que saca oro de Farrallón Negro. Esto es al menos vergonzoso. 17 mil por 4 (familia tipo) hace que el Gobierno confirme 68 mil pobres que ahora tienen un plástico que les permitirá comer, ante la falta de empleo genuino en la provincia. 

No hay motivos para festejar trabajo en negro, changas o paliativos ante la ausencia de trabajo formal, con obra social. La política es el arte de echarle la culpa a otro y de patear las soluciones para adelante, lo que implica que los que vienen harán los mismo. Habría que preguntarle por ejemplo al gobernador Jalil si trajo alguna idea de Dubai, por donde anduvo varios días con una comitiva amplia con costos millonarios para el erario púbico. Y ni hablar si trae el coronavirus, con el precario sistema sanitario que tiene Catamarca muere la mitad de la población. 

Festejo de la verguenza

“Junto al ministro Daniel Arroyo, lanzamos la tarjeta Alimentar que beneficiará a 17 mil familias catamarqueñas que ahora podrán asegurar una alimentación adecuada en su mesa todos los meses. Este programa representa además una inyección de $1.200 millones en la economía local”, sostuvo un eufórico Jalil.

El gobernador estaba acompañado por el funcionario nacional y parte de su gabinete, que celebraban el “logro” para los “pobres con tarjeta” que pasaron la noche en el Predio para poder tener el plástico. Arroyo también arengó a los pobres como en un acto político al momento de tomar la palabra.

No sólo que las promesas de la minería no se cumplieron en casi tres décadas de saquear los recursos naturales, sino que no alcanzaría para dar solución a toda esta gente. Con razón se pelean por 4 puestos de trabajo minero en Antofagasta de la Sierra.

El engaño consiste en contratar cientos de lugareños para la construcción de un acueducto que ya termina pero que al final solo quedarán cuatro para mantenimiento. Mientras tanto, se vive la urgencia y se aprovecha, aun a costa de afectar el medioambiente. Si hay hambre, no se piensa. Bienvenida Tarjeta Alimentar, y, la pelea es a muerte por unos cuantos empleos mineros. El tema es salvarse hoy. Sobrevivir.

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