Política

Agujeros negros en plena pandemia: Jalil giró 15 millones de pesos a la estatal PRODUCAT

El aporte millonario del gobernador en medio de la crisis por el coronavirus

Las empresas del Estado creadas durante la gestión de Lucía Corpacci siguen dando pérdida. También siguen siendo subsidiadas con millones de pesos. No se sabe qué hacen los administradores con la plata o por qué el Gobierno sostiene estructuras que son verdaderos agujeros negros. Ahora el gobernador Raúl Jalil giró 15 millones de pesos a esta empresa deficitaria en el marco de una pandemia mundial que requiere el direccionamiento de fondos públicos a la emergencia sanitaria por el CV-19.


PRODUCAT nació en la desesperación por cumplir con las promesas de campaña luego de que el peronismo retornara al poder en 2011. Corpacci prometía “trabajo genuino”, al tiempo que sostenía que el Estado no podía ser la única esperanza de los catamarqueños a la hora de conseguir trabajo. Pero las empresas estatales terminaron siendo “más empleo público” debido a que los sueldos desde entonces se pagan con subsidios millonarios que gira el Estado.

Nunca el peronismo catamarqueño pudo con la generación de trabajo o con las inversiones que prometió cuando hacía gala de poder hacer lo que el Frente Cívico y Social no hizo en 20 años de gobierno tampoco. Los servicios públicos también fueron el “Talón de Aquiles” de la oposición y el kirchnerismo de esa época se alzó con el triunfo pero sin que después pueda cumplir con las expectativas de la gente. El servicio de energía mejoró medianamente pero el agua es un desastre.


PRODUCAT, AICAT, CAMYEN, etc, etc, etc, son todas formas de una política que sirvió para perder tiempo sin abordar las cuestiones de fondo. Gerentes con sueldos exorbitantes como el titular de la estatal minera CAMYEN, Guillermo Haddad, que cobra un sueldo de 150 mil pesos y paga un alquiler que es un lujo por un par de oficinas. Solo en estos dos conceptos se gasta al año 2, 4 millones, en 4 años se hace un total de casi 10 millones, y, el beneficio social no aparece.

Tras varios fracasos de “trabajo genuino”, hoy la administración Jalil habla de “trabajo independiente”, otro disfraz para el mismo problema que azota a familias desesperadas y que por supuesto se agrava en circunstancias excepciones como la pandemia que va destruyendo lo poco que quedaba en pie. Este contexto delicado es el que cuestiona la decisión política de mantener estas empresas deficitarias que ilusionaron a los pobres catamarqueños.

Juan Carlos Andrada

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