Política

Opinión: El periodismo instigador en la era del CV-19

Periodismo en tiempos de Coronavirus.

Sin duda somos parte de los males que relatamos en la sociedad. Somos escoria y corrupción también. El periodismo ha sido ideología del gobierno de turno, negocio espurio por monedas para los periodistas de abajo y grandes fortunas para los empresarios de los medios. Primó el confort y la cuota del auto antes que el rol social. “Tengo familia” se escucha mientras se c… en la sociedad y se auto-justifican en un discurso oficialista disfrazado de “objetivo”.

Entiendo al periodismo como un contrapoder en una suerte de equilibrio con el poder de turno, pero en este esquema, unos pocos quedamos de un lado y la mayoría del otro. Por lo tanto, cuando uno cuenta las cosas como son, la arremetida viene no solo desde la política sino también de la justicia, los fanáticos partidarios en Facebook e incluso los grandes medios de comunicación.

La estrategia es clara. Se busca neutralizar, alejar o eliminar al “peligroso” que informa o ejerce alguna influencia en la sociedad “por fuera” de los canales oficiales. Los políticos saben bien que “un espíritu rebelde puede convertir un rebaño de ovejas en un cubil de leones”. Así, los buenos son malos y los malos son buenos. En nombre de la “paz social”, en “defensa de las instituciones” y de la “información confiable (oficial)” quieren eliminar a los “revoltosos”.

Históricamente hay tres formas de neutralizar, eliminar o aislar: 1.- Físico 2- Político y 3- Psicológico. El primero fue aplicado por los griegos, el destierro era una forma de deshacerse físicamente del sujeto. En el segundo caso, se quita la base de apoyo político separando a la mala influencia de sus compañeros de trabajo y en tercer lugar el Psicológico que consiste en destruir la imagen del individuo.

Con este tema del CV19 los políticos creen que vale todo pero la zozobra y la angustia la generan ellos mismos. Ellos propagan las tensiones con sus tropelías, infectan la sociedad con corrupción y su lujoso estilo de vida, menospreciando al trabajador. La gente está cansada de ver cómo quieren elevarse por encima del grupo que deberían servir. Políticos con conductas anti-sociales camufladas. He aquí los verdaderos instigadores.

Párrafo aparte –en su día- para los periodistas vende patria que arruinan el espíritu democrático. Se olvidan que ya no va la manipulación silenciosa. Arrogantes que se jactan de tener la cualidad de la “omnipresencia” pero que mantienen actitudes despreciables. Más papistas que el Papa. Periodistas con conductas anti-sociales camufladas. He aquí los cómplices. Seguramente hoy lloverán las felicitaciones (así funciona el sistema).

Por Juan Carlos Andrada
(Corresponsal de ElAconquija.com y El Intransigente.com)

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