Política

Video: camioneta de la municipalidad de Hualfín en la ruta a 200 km/h

Irresponsabilidad e imprudencia.

Un vecino de Belén persiguió y grabó a una camioneta de la municipalidad de Hualfin para poder mostrar que conducía irresponsablemente a 200 Km/h. La indignación del lector de El Aconquija lo llevó a poner el vehículo particular detrás de la camioneta oficial en el trayecto que une la ciudad de Belén con Hualfín. Es una constante tentar la muerte en la ruta en vehículos del Estado. Un acto oficial criminal.


Al parecer, el objetivo de los municipios es dejar un parque automotor destruido. Años de abusar de los bienes públicos con absoluta impunidad, automóviles oficiales para trámites personales en forma descarada, vehículos de alta gama que cuestan millones sin otro justificativo que la de ostentar, camionetas sin RTO que son un peligro en la vía pública, sin service, un descontrol que se suma a la imprudencia de manejar a 200 km/h, en un momento muerde la banquina.

Asimismo, uno podría preguntarse qué sentido tiene que el municipio compre una camioneta entre 2 y 4 millones de pesos si no hay remedios ni médicos en el hospital. Las prioridades de pasearse de un lado a otro quemando combustible se convirtieron ahora en el gusto de creerse piloto de rally bajo la administración del intendente Marcelo Villagrán que evidentemente desconoce estas maniobras suicidas o era el propio jefe comunal el que manejaba a esa velocidad.

No hay que naturalizar estas actitudes que no solo ponen en riesgo la vida de los empleados municipales ocupantes del vehículo oficial, sino también la de ciudadanos comunes, esa camioneta de la municipalidad que iba a 200 km/h bajó a solo 100 km/h cuando ingresó al acceso a Hualfín, calle principal de la comuna. El municipio que debe hacer respetar las leyes, bregando por mayor seguridad, termina transgrediendo la normativa que luego pretende exigirle al ciudadano.

https://elaconquija.com/wp-content/uploads/2020/06/VID-20200609-WA0007.mp4

Finalmente, no puede ser tanta la impunidad que un vecino tenga que registrar estos actos criminales cansado de ver como se repiten sin que nadie tome cartas en el asunto. De todas formas, a los transgresores no les preocupa la justicia, la reconocen ciega, sorda y muda. Saben que ser amigo del gobernador de turno tiene más peso que las acusaciones judiciales. Con amigos así de influyentes y tal vez un buen abogado, tranquilamente se puede ser un delincuente confeso.

Exit mobile version