Política

Senador le hizo un lugar en su casa al ”trapito” que dormía en la calle

Una habitación para el Loco Yito.

El senador Raúl Chico se hizo de oídos y escuchó las voces que se alzaron por el “trapito” que duerme en la calle, detrás del edificio de la Legislatura, al lado de una camioneta abandonada. El legislador santamariano le cedió un espacio al loco “Yito” Bracamonte para que por ahora duerma bajo techo debido a que el hombre atraviesa la pandemia a la intemperie y cuya situación económica empeoró con la llegada del CV-19.

Chico sostuvo que “Yito” tiene un lugar en la “Casa Eco” ubicada en pleno centro de la capital, en la calle Prado 751, un proyecto del legislador para alojar a las personas de escasos recursos del interior que necesiten hacer algún trámite en la capital o acompañar a algún familiar enfermo derivado a la capital. El caso de “Yito” fue expuesto por El Aconquija ayer atento a que se trata de una persona mayor totalmente abandonada a su suerte y que podría morir de hipotermia.

Esta mañana, el hombre emocionado hasta las lágrimas comentó que el senador Chico le abrió las puertas del refugio hasta que pueda cobrar una pensión que se le gestionó y volver alquilar puesto que, tras una seria de desgracias, “Yito” quedó en la calle, sin plata, echado de donde estaba por falta de recursos. Por su parte el senador Chico dijo que antes el trapito ya había sido rescatado y cobijado en “Casa Eco” pero que había perdido el contacto con él. Hoy retornaría.

En la calle y sin un centavo

Al loco “Yito” Bracamonte la pandemia lo enganchó en la calle sin un mango. Vivía a la intemperie detrás de la Legislatura provincial de Catamarca, al lado de un vehículo abandonado, tiraba un colchón viejo arriba de unos cartones y se tapaba con diarios. Arrastra una historia muy triste pero antes del CV-19 se las rebuscaba de “trapito”. Los diputados y senadores le tiraban $50 por lavar los vehículos particulares pero la pandemia agravó su situación económica y social.

Cuanto más difícil se ponga, más se requerirá de la solidaridad, después vemos cómo seguimos, cómo pagamos las deudas, cómo resolver todos los problemas que estamos pateando para adelante, pero, ahora, una mano extendida puede serlo todo. Se necesitan políticos comprometidos y a la altura de las circunstancias. Ha sido una buena noticia en medio de muchas malas. Felicitaciones senador Chico, ¡qué sigan las buenas acciones!

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