Nadie sabe en qué consiste la reforma del gobierno de Jalil pero la chicana dio resultado. La patronal y los medios afines al poder de turno hicieron bien su laburo político y fue menos gente a la marcha de ayer. “Los gremialistas no entienden” y “no se reducen los derechos de los trabajadores, se amplían” aseguran, pero, nadie sabe decir -ni los legisladores ni los periodistas con pauta oficial-, en qué consiste la famosa reforma.
No importó ni el qué ni el cómo. Jalil metió el proyecto de reforma en Diputados un día antes de la marcha convocada por los gremios, lo que profundizó las diferencias. El gobernador confía en que se aprobará debido a que el peronismo es mayoría en la Cámara sin necesidad de consensuar nada con el sindicalismo. El contexto de emergencia es el caldo de cultivo de la resistida reforma que saldrá a presión por la fuerza del número en la Legislatura provincial.
En los primeros días de su gestión, Jalil ya había manifestado su desprecio a los gremios a pesar de que el ministro de Gobierno Jorge Moreno cada vez que tiene un micrófono a mano afirma que es una administración que respeta el disenso y la Democracia. El Gobernador fue moderando su comentario, mudó el cuestionamiento de la necesidad de la existencia de los gremios a pedirle que se sumen con aportes, al final en la práctica avanzó unilateralmente y ninguneándolos.
Se trata de una reforma “express” que, como todo lo que se haga a las apuradas y sin garantizar la participación, no terminará en nada bueno. En el medio, el oficialismo atropella improvisando y está claro se aprobará sin terminar de entender dónde se va específicamente con la reforma. Esta forma violenta de proceder provocó la respuesta violenta de los gremios que evalúan bloquear las rutas y el centro de la ciudad de Catamarca la próxima semana.
Cada vez que inicia un nuevo gobierno cree que la gente le dió un cheque en blanco. Hace poco más de 8 años, Corpacci creaba las empresas del Estado, aprobadas por “unanimidad” en la Legislatura, que después fueron un completo fracaso y aun nos cuesta millones sostenerlas porque “no funcionan”. Repetimos la historia y no aprendemos. Los catamarqueños tenemos la Virgen del Valle y después tenemos… la Virgen del Valle.
Juan Carlos Andrada