La decisión del gobernador Raúl Jalil de traer enfermos de CV-19 a Catamarca -la única provincia de la Argentina que mantiene el Caso Cero- tuvo una enorme repercusión negativa en la sociedad catamarqueña convirtiéndose el anuncio oficial en una medida anti-popular que amenaza sacar otra vez la gente a la calle. Dentro del gabinete de Jalil también hubo cruces y gritos por las consecuencias de los dichos del Primer mandatario lo que se calificó como una locura política.
Si afuera la situación es tensa y la gente se puso en estado de alerta, adentro el oficialismo es una olla a presión debido a que entienden que se pierde apoyo arriba (Nación) y abajo (en los municipios). Algunos funcionarios al principio creyeron que se trataba de una “broma” pero después advirtieron que la cosa iba en serio y que no solo el Gobernador ofrecía “ayuda” a otras provincias sino al país vecino de Chile.
El extraño contraste entre una gestión nueva que asumió en diciembre del año pasado con cero COVID-19 hasta la fecha y el desgaste que sufrió la gestión Jalil con movilizaciones en la calle en plena cuarentena habla de la falta de cintura política del empresario más rico de Catamarca. Jalil hizo grandes anuncios sin consenso y luego tuvo que dar marcha atrás porque la “forma” de gobernar chocaba con las instituciones y la división de Poderes.
El tema es que Jalil tampoco escucha, mantiene una gestión unipersonal, donde muchos parecen “sobrar” aunque prefieren quedarse para dar pelea desde adentro (y el salto oportunamente). Tal vez el problema sea el jalilismo paladar negro o el jalilismo bobo que le soba la espalda al Jefe de Estado provincial con halagos de conquistas imposibles sin gobernar con el odio en la gente como lo prometieron en campaña e incluso sin escuchar al resto de su gabinete.
Llegar a tener una provincia sin CV-19 como un logro para anunciar luego de tamaña conquista que como no hay coronavirus vamos a traer enfermos para meterlos en una provincia con un sistema sanitario endeble parece un acto político suicida. De todas formas la gente que está reaccionando no lo está analizando políticamente o económicamente al tema. Si el virus muta constantemente y mata, es razón suficiente para plantarse al Gobernador y a cualquiera.
Por Juan Carlos Andrada