Las redes sociales se han vuelto un medio por el cual autoridades importantes y de renombre comunican frecuentemente. Las mismas pueden llegar a ser tan importantes como cuando políticos cuentan resultados de covid-19 positivos, como lo hizo la presidente de Bolivia, Jeanine Añez a través de un vídeo. Y pueden ser también los canales de comunicación de grandes empresas, su fin comercial no puede tampoco desestimarse. Sin embargo, trayéndolo a Catamarca, Raúl Jalil parece no haber comprendido su uso.
La función de este medio de utilizarlos para tener más “llegada” parece no estar entre las funcionalidades del gobernador Raúl Jalil, quien a las claras decidió tomar Twitter como su principal medio de distracción. Al parecer, ahora descubrió Spotify de la mano de un usuario que pide recomendaciones en la red social del pajarito. Es irrelevante tener el ojo puesto en las acciones que se llevan adelante en las redes, pero si el mismo gobernador la usó para comunicar el primer caso positivo, entonces en qué quedamos.
Cruces en twitter
Recientemente, el presidente de la Juventud Radical, Tiago Puente, hizo uso de las redes sociales respondiendo las críticas que el gobernador Jalil había arrojado contra la oposición. Con un mensaje que calificaba a su gobierno de improvisado y soberbio, exigiéndole que tome medidas urgentes frente a la situación económica “110 días tuvieron para planificar y sin embargo vemos el alto grado de improvisación que manejan en todo sentido” “creen que hacen las cosas bien. ¡Soberbios!”
Sin embargo, Raúl Jalil, no se dio por aludido, ya que ausentes estuvieron sus respuestas frente a las críticas del joven radical. En tanto, sigue utilizando este valioso medio de comunicación sin fines más acordes a su función. Por ejemplo, los comunicados del COE de Catamarca, o el Ministerio de Salud de la provincia.
Twitter no es para todos
Sin embargo, Jalil no es el único que hizo un mal uso de su cuenta de Twitter. En reiteradas oportunidades, el presidente de la Nación, Alberto Fernández ha compartido mensajes o vídeos que nada tienen que ver con su gestión política, en algunos las críticas han sido muy duras. Sin embargo, las figuras públicas suelen tener una “mano derecha” que los ayudan a administrar sus redes y contestar mensajes, por lo que a veces se suele delegar la culpa en ellos. Sin embargo, los políticos por estos lados parecen inexpertos en su uso.