La localidad de Valle Chico, sin duda, ha sido un ícono peronista desde la gestión de Lucía Corpacci y también para Raúl Jalil. A la localidad se la conoció históricamente como “ciudad satélite”, algo que no sentaba muy bien a la gestión peronista, ya que es una ciudad retirada en la que comenzó a formarse de a poco con casas del gobierno, todo esto liderado por la gestión de Corpacci.
Toda la inversión de vivienda iba a parar a aquella ciudad, alejada de todo y de todos. Y ese es el gran problema que Valle Chico afronta hoy: en medio de la pandemia, tiene una preocupante falta de servicios. Valle Chico es el orgullo de los mandatos peronistas, al igual que lo que es el Hospital Malbrán para Jalil hoy. Sin embargo, con el tiempo se fue descuidando y actualmente está en total abandono.
Lamentablemente, la ciudad ha tenido que padecer un estado deplorable con derrames cloacales y viviendas que se caen a pedazos. Si bien el plan de viviendas fue veloz para poder brindar un hogar a quienes lo necesitan, muchos critican la falta de eficiencia y de calidad de las mismas. Todo el gran costo que implicó Valle Chico se podría haber destinado al doble de cosas en lugares estratégicos, no tan alejados de la Capital.
La lejanía de Valle Chico ha sido una desgracia para los vecinos, ya que implicó que fuera una localidad “costosa” para poder brindarles todos los recursos que precisaban. Los lugareños denuncian que existen casas llenas de líquidos cloacales y desbordes producto de que es un barrio nuevo. Afirman que entregan 100 u 80 casas haciendo una ciudad aparte de San Fernando del valle de Catamarca.
La falta de servicios como agua potable y cloacas en plena pandemia empeoran la cuestión. Las empresas prestadoras de servicios tampoco aparecen para resolver los problemas y es por ello que los vecinos recurren a los medios para hacerse escuchar. La lejanía también los condena en la salud, ya que las ambulancias del SAME no llegan y además cuestionan el por qué tienen que ir hasta allá.
En definitiva, los servicios básicos nunca terminan de estar acorde a las necesidades de los vecinos que les fueron a hacer las casas allá a lo lejos, que por supuesto agradecen tener una vivienda porque para cualquier persona es imprescindible. Sin embargo, la política debe evolucionar y entregar viviendas con aspectos sustentables y con menos problemas sanitarios, más aún en tiempos de pandemia.