A comienzos de este mes, el Gobernador Raúl Jalil visitó la localidad de Fiambalá. Allí hizo la entrega de una ambulancia 0 km para dicho municipio. Sin embargo, como ya hemos informado desde El Aconquija, la burocracia con la que se maneja la Intendenta, Roxana Paulón, hace insostenible la precaria situación sanitaria del municipio. Ante estas actitudes por parte de la Jefa Comunal, un grupo de vecinos del municipio tuvieron un gesto de solidaridad y crearon una campaña llamada “Corazones Solidarios“.
En un inicio, este gran gesto de solidaridad por parte los fiambalenses apuntó a la recolección de insumos para el Hospital Dr. Luis Agote. Este nosocomio en el inicio de pandemia dio que hablar, ya que desde el oficialismo ostentaban que era uno de los pocos que contaba con respirador. Sin embargo esto fue desmentido tiempo después, cuando la Directora del nosocomio comunicó que el artefacto al parecer sería obsoleto.
En esta primera campaña solidaria se pedía desde alcohol en gel, ¡hasta caños para construir soporte de los sueros! Es inadmisible que un hospital no cuente con estos insumos tan básicos, principalmente en el actual contexto de pandemia que vivimos. Y a todo esto le sumamos que, más allá de la donación de Jalil, el hospital cuenta con una sola ambulancia y en un estado tan paupérrimo que apenas llega a Tinogasta, con lo cual no permite un traslado directo a la capital catamarqueña.
Es por ello que se inició una nueva campaña solidaria para recaudar fondos y poder arreglar esta ambulancia, ya que la entregada por Jalil está juntando tierra en los galpones municipales y ponerla al servicio del pueblo implica un proceso burocrático insufrible. Sin embargo, y a pesar de haber recaudado casi $140 mil pesos, las autoridades de la salud no autoriza ningún arreglo y además estarían pidiendo la renuncia de la directora del nosocomio, Dra. Jessica García.
Es inaceptable que incluso en plena pandemia, quienes deban velar por el bienestar y la salud del pueblo que los eligió, no hagan más que poner palos en la rueda para que el sistema sanitario funcione adecuadamente; que pueda brindar por lo menos un traslado adecuado de los pacientes a los nosocomios de la Capital. Es inaceptable que para el correcto funcionamiento del sistema de salud, los nosocomios dependan de la solidaridad y buena voluntad de sus mismo usuarios.