Los malos manejos en las intendencias de Catamarca continúan, y todos los días llegan una gran cantidad de denuncias a El Aconquija. En esta ocasión, vecinos de la localidad de Tinogasta denunciaron que un funcionario de la municipalidad se lleva un vehículo oficial a su casa, y luego cuando la población lo necesita no está disponible o no tiene el combustible necesario. Desde la comuna no dieron ninguna justificación al respecto.
El tema del descontrol del parque automotor no es algo nuevo. Esto no es exclusivo de Catamarca, sino que en toda la nación los funcionarios se toman atribuciones que no les corresponden y abusan del poder que el ciudadano le concedió mediante el voto. A pesar de que esto es algo habitual, no hay que normalizarlo, ya que esos vehículos son comprados con el dinero del pueblo y tienen que ser usados para cumplir una función que beneficie a la comunidad.
En esa ocasión, vecinos de la localidad de Tinogasta se comunicaron con El Aconquija, y denunciaron a un funcionario de la municipalidad. Los denunciantes aseguraron que Carlos “Tico” Bellido se lleva unos de los vehículos de la intendencia y lo deja estacionado en frente de su casa. Afirman que el hombre lo utiliza para su beneficio personal. El camión nunca está disponible para la población, ya que cuando alguien lo solicita no está disponible o no tiene nafta.
Los malos manejos en los municipios catamarqueños es algo común desde hace muchos años. Las personas que adquieren un poco de poder se creen capaces de realizar cualquier acción. En este medio hemos contado, por ejemplo, que el intendente de Belén había llevado una ambulancia y la estacionó en la vereda de su casa. También en otras ocasiones se reveló que en varias localidades los funcionarios utilizaban los vehículos oficiales para hacer mandados o fletes.
Esto parece no tener cura, ya que no hay ningún intendente que quiera frenar esta situación. Estas situaciones siempre generan problemas, ya que cuando asume un nuevo funcionario se encuentra con que todo el parque automotor está destruido. Se ve claramente que los mandatarios no saben cuidar los vehículos oficiales. Hay cientos de ejemplos para esto, pero todos tienen algo en común, se afecta directamente al ciudadano que paga sus impuestos.