De acuerdo al Boletín oficial, tras dejar de lado la distribución de acuerdo al índice la repartija de recursos que se hizo discrecionalmente desde Provincia goza de favoritismos escandalosos. Mientras a algunos intendentes se les quitó millones, a otros se les giró más del doble de lo que recibían de acuerdo al sistema anterior (índice). El único criterio fue el antojo, la debilidad, el capricho, la amistad, la ideología.
La que encabeza el favoritismo es la intendenta de Fiambalá, Roxana Paulón, que le giraron 37 millones más. Según índice le correspondía 24,5 millones y recibió $61.659.591. Esto aparte de los aportes extras no reintegrables y reintegrables. Con estos números, la odontóloga al frente de la comuna fiambalense recibió 150% más. Si antes Paulón se daba vuelta con 24 millones, dónde fue la diferencia (37 millones).
Estos datos ya lo había marcado el contador Pablo Sánchez en un informe que se desprende del primer semestre del año de acuerdo al Boletín oficial. El segundo intendente bendecido es Rafael Olveira, un radical devino en corpaccista y luego jalilista con infinidad de denuncias por corrupción estatal e incluso falsificación de documento público lo que representa un aval de Jalil al manejo irregular a los recursos del Estado.
Jalil debía girar 18,2 millones al Intendente pero lo favoreció con 51,5 millones lo que significa que le envió 33 millones más. La pregunta para el intendente que otrora era “sodero” en Los Altos y hoy es un próspero empresario con denuncias que no prosperan en la Justicia por vínculos con el poder político, es dónde están o dónde se notan esos 33 millones de más que envió Jalil a la dinastía Olveira.
El Aconquija completa este ranking con otros mimados de la gestión Jalil. Tinogasta debía recibir 32 millones y recibió 46, una diferencia de 14 millones a favor. Por su parte a Pomán le debían girar 13,7 millones y le enviaron 20, lo que implica que tuvo 6 millones más. En tanto de acuerdo al índice, Pozo de Piedra debía recibir 9,5 millones y recibió 27, 5, es decir 18 millones más. Así como hay jefes comunales sumamente favorecidos con esta distribución discrecional y antojadiza, otros perdieron millones sin reclamar nada, próximo informe de El Aconquija.