El concejal Agustín Brizuela más conocido como “Tin Tin” fue imputado junto con los amigos que participaron de la fiesta “sorpresa” por su cumpleaños. El video que salió del grupo íntimo y se hizo viral en pocos minutos es investigado por la Fiscalía de Andalgalá por haber violado el distanciamiento social en pandemia. Lo más insólito fue la defensa del concejal quién dijo que lo sucedido obedece a su “naturaleza alegre” y que los amigos del edil se “transforman” cuando asisten a una fiesta.
Mientas la fiscalía de Andalgalá investiga la fiesta del edil, recordemos que este delito está estipulado en el Código Penal de la Nación. En el artículo 205 se expresa: “Será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”. Las autoridades judiciales reúnen pruebas y hoy imputaban a los fiesteros.
Sin importar la gravedad de la acusación, el concejal radical recorrió su carrera política recordando que comenzó con el exgobernador y actual diputado nacional Eduardo Brizuela del Moral, luego ser funcionario del exintendente y actual diputado provincial, Alejandro Páez, en tanto hoy es un edil del jefe comunal Eduardo Córdoba. Pero, en su defensa manifestó “antes que concejal soy un ser humano que como y duermo, tengo tristezas y alegrías, altos y bajos”.
En su apelación a lo “natural” para justificar su “error” dijo “quién me quita la alegría, la felicidad”, incluso expresó que nadie lo conoce como Agustín Brizuela sino como “Tin Tin”. Faltó solo que plantee: “para qué me votaron si saben que me gusta la fiesta” o “nadie debería reclamarme nada si cuando me votaron sabían cuál era mi naturaleza fiestera”. Sin embargo, manifestó que recibió muchas llamadas de la gente apoyándolo.
El edil expresó que sus amigos se “transforman” y que algunos son una suerte de showman en los cumpleaños. Brizuela no solo reconoció que estuvo de fiesta el 5 de agosto sino que ese grupo se reúne “todos los fines de semana”. De manera que si lo van a imputar por su cumpleaños, han de saber también las autoridades judiciales que no es la primera ni la última vez, pues, con la naturaleza no se puede. Haber nacido así tiene un solo culpable al que pueden imputar: Dios. Los políticos saben que a alguien hay que echarle la culpa aunque esto raye lo insólito.