El día martes ingresó un grupo de cuatro personas a Catamarca desde La Rioja, entre ellos un niño de dos años. Actualmente, la familia se encuentra en Pajonal, una localidad en el Oeste catamarqueño. A pesar de no presentar síntomas, ayer exigían que se les realice un hisopado, puesto a que vienen de una provincia con una gran cantidad de infectados por coronavirus.
La policía de Catamarca se hizo presente en el lugar. A su vez, el personal de salud se encargó de buscar a un bioquímico para que les realice el test de Covid-19, y les recordó las medidas de seguridad hasta tanto estén las muestras de los hisopados. Aún se desconoce cómo logró la familia pasar de una provincia a la otra; cuáles son los motivos por los que llevaron a cabo dicha acción y por qué los dejaron ingresar.
El problema que preocupa de esta situación no es que la familia se haya cruzado de provincia, sino la ineficiencia de los controles y la falta de comunicación oficial por parte del COE, quienes deberían llevar tranquilidad a las comunidades. Asimismo, hay que mencionar el riesgo con el que trabajan aquellos que se encuentran en el “frente de batalla”, es decir, el personal policial y sanitario.
Es importante recordar que ayer la ministra de Salud, Claudia María Palladino, y la secretaria de la asistencia, Manuela Ávila, llevaron a cabo una capacitación para equipos de emergencia basados en la organización y el aprovechamiento de los recursos, en caso de llegar a un panorama no deseado con respecto al Coronavirus, con el objetivo de instruir a todo el personal.
En este contexto, Ávila aseguró que “hay que pensar en la posibilidad del peor escenario”, debido al incumplimiento del pueblo catamarqueño a las medidas de prevención. A su vez, la secretaria consideró que septiembre será un mes esencial para Catamarca. “Dada la situación de emergencia por pandemia, todos tenemos que estar preparados para trabajar en terreno, reubicarnos, y colaborar, si eso fuera necesario”, cerró la doctora.
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