(Diego Nofal) La diputada nacional por Catamarca, Lucía Corpacci volvió a mostrar que su compromiso partidario es mucho más fuerte que el humano. Este año ya había dado varias muestras de que su lealtad hacia el kirchnerismo está por encima de todo. Desde haber votado un presupuesto que era abiertamente desfavorable para su provincia hasta su polémico volantazo en el tema del aborto, todos fueron gestos para mostrar que respondía a los deseos del gobierno central. Esta vez decidió respaldar las violaciones a los derechos humanos en Formosa.
La provincia del litoral es literalmente un feudo. Gildo Insfrán, el gobernador, hace y deshace a su antojo. Por eso no es de extrañar que a Lucía Corpacci le caiga bien. Ella intentó hacer lo mismo en su provincia, reformar la Constitución, conseguir mayoría automática en la Corte provincial y tantos otro proyectos que hoy Raúl Jalil se está encargando de llevar a cabo. La exgobernadora firmó junto a Daniel Scioli un documento donde se asegura que hay montada una “campaña de desprestigio” contra Formosa. Lo curioso es que ser hayan usadolas misma palabras que empleó la Dictadura de Jorge Rafael Videla, antes del mundial de 1978.
“Los insólitos pedidos de intervención federal y las permanentes operaciones motorizadas por sectores de la oposición al Gobierno Nacional dejan en evidencia la intencionalidad política de la permanente campaña de desprestigio contra Formosa. Se dicen democráticos y republicanos, pero buscan, con estas artimañas, lograr los espacios que el voto popular de los formoseños les niega contundentemente”, dice el documento.
Claro que para que estos argumentos de Corpacci y compañía sean válidos deberíamos obviar las detenciones arbitrarias contra dos concejales opositoras, las decenas de denuncias de integrantes de la comunidad Qom detenidos y torturados por policías que nunca fueron procesados. También los cientos de personas humildes que durmieron a la intemperie en el límite provincial porque Insfrán no los dejó entrar o el joven que murió ahogado intentando cruzar el río que lo separaba de su familia.
“Los agravios contra Gildo Insfrán no son casualidad. No sólo es un gobernador que puede mostrar una gran gestión en su provincia, sino también es el Presidente del Congreso Nacional del Partido Justicialista y un dirigente de amplia y destacada trayectoria como militante y referente de nuestro movimiento político. El objetivo de la oposición, finalmente, es atacar al peronismo y al gobierno peronista que les ganó en las urnas. Por este mismo motivo llamaron a incumplir la cuarentena, militan en contra de la vacuna y fomentan la grieta en todos los ámbitos posibles”, señala el documento que firmó Lucía Corpacci y que decidió ignorar los videos, las denuncias judiciales y los derechos de los formoseños.
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