Política

El Gobierno de Catamarca completó el proceso de donación del Pucará de Aconquija

El objetivo de las autoridades es implementar un proyecto de puesta en valor turístico y crear el “Parque Arqueológico Provincial Pucará de Aconquija”.

Gobierno de Catamarca

En las últimas semanas, el Gobierno de Catamarca completó el proceso de donación de 365,5 hectáreas en el distrito Pucará del departamento Andalgalá. Hay que remarcar que dentro de estas se encuentran las importantes ruinas incaicas denominadas “Pucará de Aconquija”. El objetivo de las autoridades es implementar un proyecto de puesta en valor turístico y crear el “Parque Arqueológico Provincial Pucará de Aconquija”.

La donación se llevó a cabo por parte de los señores Pedro José Palou, José Enrique Mejail, Javier Augusto Mejail, Pablo Palou Giobellina y Carlos Emilio Mejail al Gobierno de Catamarca. De esta manera, efectuaron el traspaso del inmueble de las herederas originarias de dichas tierras, las señoras Ana María Villanueva y Juana María Casas de Villanueva; quienes habían manifestado su interés de donar.

Con esta nueva adquisición, la provincia comienza a tener control pleno de las tierras donde está enclavado el Pucará de Aconquija, el Sitio del Bajo y la parte del Camino del Inca, Qhapaq Ñan. Este último también es conocido como Camino Principal Andino y fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad; por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura y la UNESCO.

Una de las ventajas de tener el domino de estas tierras es que el tramo elegido por el Gobierno de Catamarca está dentro de la propiedad y por ende está protegido. Además, facilita la gestión de fondos nacionales e internacionales para generar una serie de proyectos arqueológicos y turísticos. El Pucará de Aconquija representa una obra arquitectónica monumental que permite dar cuenta de la gran infraestructura requerida por los incas.

Más detalles del complejo

El complejo se mantiene vigente hasta el día de hoy con un sorprendente grado de integridad y autenticidad, adecuándose a las exigencias de UNESCO. Su construcción debió requerir del aporte de mano de obra, ideas, tecnologías y materiales locales. Asimismo, su función defensiva o disuasiva pone de relieve aspectos que hacen al modo en el que los incas integraron; dominaron y cohesionaron a las sociedades locales.

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