Después de las elecciones del domingo pasado, en donde Juan Manzur fue reelecto como máximo mandatario de la provincia de Tucumán. Uno de sus competidores, Ricardo Bussi, quien terminó en el tercer puesto con su espacio, Fuerza Repúblicana, salió al cruce del oficialismo.
«Gané, algunos interpretan la política como una lucha por el poder; yo como una lucha por ideas. Vengo ganando hace rato, impusimos el debate de la seguridad y ahora el del ajuste del gasto público. Fuerza Republicana viene ganando hace rato, a pesar del fraude monumental de este sistema electoral», dijo Bussi en un programa de televisión.
El espacio, además, en los comicios pudo quedarse con la plaza de ocho legisladores y 14 concejales, de los cuales uno de esos puestos tiene su nombre al finalizar las elecciones en el tercer puesto. «FR crecerá más en los próximos años y a medida que avancen las oportunidades de que los ciudadanos voten», comentó luego de conocerse los resultados del domingo.
En cuanto al sistema electoral, el funcionario planteó que debe ser modificado, ya que «el sistema es fraudulento, Manzur entrega plata en el hipódromo y Alfaro compra mercadería por 17 millones de pesos tres días antes de las elecciones», denunció en contra de los oficialismos de San Miguel de Tucumán y de el «Jardín de la República».
«Los peronistas se aprovechan de esa situación y entregan plata robada a la gente. Compraron voluntades en toda la provincia. El peronismo te quiebra las piernas y luego te regala las muletas. Te quita la educación y luego te da el Boleto Estudiantil. La gente entrega el voto a cambio de 500 pesos, porque perdió el valor del voto. El sistema no les dio respuestas», admitió Bussi.
«La gente votó el reflector que pusimos sobre la política, que gasta $ 80 millones por año por legislador. Hace 20 años denuncio lo mismo, me quedo y peleo», apuntó el funcionario electo contra el gasto público que genera la mantención de tantas personas viviendo de la política en Tucumán y en el país, lo cual genera un déficit a nivel nacional.
En este sentido, Tucumán tiene una cantidad de empleados públicos que supera el tercio del empleo total registrado en la provincia, según la Dirección de Estadística. Esto genera una mayor necesidad de cobrar impuestos por la gobernación y de recibir una mayor coparticipación, para no llegar al déficit en la región.