Ir hasta la canilla y servirse un vaso de agua es algo sencillo, pero no es nada fácil para los encargados de que ese servicio se cumpla. En Tucumán están trabajando en conjunto tres organismos para el abastecimiento de agua segura: El Departamento de Saneamiento Ambiental del Siprosa, Sociedad Aguas de Tucumán (SAT) y el Ente único de Control y Regulación de los Servicios Públicos de Tucumán (ERSEPT).
¿Cómo trabajan?
Ricardo Campero, técnico de la SAT, explicó que desde su organismo realizan una labor diaria para asegurar la calidad del agua en instituciones como escuelas. Llevan a cabo un procedimiento que inicia preparando los frascos, luego esterilizan los grifos de entrada y finalmente toman muestras de agua para análisis bacteriológico y físico-químico.
“Determinamos la concentración de cloro libre que hay en el agua, que debe ser inferior a 1 mg. Posteriormente las muestras son llevadas a laboratorios y en aproximadamente 24 horas obtenemos los resultados. Un resultado apto para consumo serían 0,5 mg de concentración del componente en el agua. Si el obtenido fuera de un nivel más alto, se informa inmediatamente a la planta de tratamiento para que normalicen el abastecimiento”, detalló Campero.
Lo que se busca en el contenido del agua, a parte del cloro, es la presencia de bacterias o algún tipo de contaminación en la red de distribución. Se trata de controles que se realizan cada 3 meses de forma conjunta y es necesario que los tres organismos coincidan para que los resultados sean más fehacientes.
Las muestras de agua se desarrollarán en todo San Miguel de Tucumán, afirmó Ricardo Córdoba, supervisor del área de Agua Potable de Saneamiento Ambiental del Siprosa. El agua es un servicio esencial y sobre el cual el Gobierno de Tucumán ha hecho énfasis este año. Buscan solucionar las deficiencias del servicio y mejorar la calidad de vida de los tucumanos.