Un sujeto de apellido Albarracín vende bolsones que serían del Ministerio Desarrollo Social de Catamarca. La denuncia que toma estado público por los lectores de El Aconquija podría tener hoy un giro inesperado para el inescrupuloso. Se investiga las vinculaciones y beneficios estatales del hombre para desvincularlo. Los vecinos van al domicilio del mencionado en la Capital de Catamarca. Ahí observan bolsas negras con alimentos que están para la venta o son rematados en pandemia.
Albarracín sería un puntero cuyos contactos políticos le permiten acceder a mercadería que distribuye el Estado por la emergencia sanitaria y económica. Que venda los bolsones no significa que necesariamente tiene el consentimiento de más arriba. Más grave sería que las autoridades conozcan y que lo permitan o que no tomen cartas en el asunto y dispongan de la quita de cualquier responsabilidad y el apartamiento inmediato de todo lo que tenga que ver este sujeto con el Estado.
Es lamentable que se lucre con la pobreza o el aprovechamiento que se hace del hambre de la gente. Más cuando se trata de alimentos que el Gobierno entrega para llegar a las mesas de catamarqueños golpeados por la pandemia y la creciente inflación. Por ese orificio se metió Albarracín sin calcular que hoy cualquier vecino puede hacer un video y darlo a conocer para que se termine la avivada criolla o el curro de dirigentes barriales.
Asimismo, el tema de los bolsones del Ministerio de Desarrollo Social de Catamarca es un misterio en el interior también. Se sabe que se compra en cantidad de acuerdo al Boletín Oficial de la provincia. Igualmente, mucha gente dice no recibir ninguna ayuda por parte de los intendentes al momento de quedar aislados. Este sujeto Albarracín dispara la recurrente falta de transparencia en relación con los elementos y mercadería comprados en plena pandemia y que no llegan a destino.
El Aconquija pudo saber que se inició una investigación interna en relación con el caso Albarracín. La segunda pregunta más importante es cuántos punteros más hacen el mismo negocio con los bolsones del Ministerio de Desarrollo Social de Catamarca y el Gobierno no lo sabe. La gente ayuda a blanquear y quitarle poder a estos aprovechadores con acceso y contactos por el solo hecho de haber andado haciendo campaña para el oficialismo. La consecuencia de que se conozca y se haga público es que puede llegar a perderlo todo. Mejor que Albarracín no venda más bolsones porque puede necesitarlos para comer en los próximos días y que ruegue no caer preso.
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