Hogar Fray Mamerto Esquiú: becados reclaman promesas de campaña de Betina Pandolfi

Desde esta mañana, en el Hogar Fray Mamerto Esquiú, los becados reclaman promesas de campaña de Betina Pandolfi. Los empleados del asilo de ancianos afirmaron que les prometieron que iban a pasarlos a planta permanente y nunca cumplieron. Uno de los pedidos que le hicieron las máximas autoridades de la institución, donde cumplen con su tarea, es que no hicieran protestas por las calles de Catamarca, pero todo sigue igual.

En exclusiva con El Aconquija, los empleados del hogar de ancianos aseguran que los responsables de esta situación, son Sergio Oyola y Betina Pandolfi, encargada de los adultos mayores. Al respecto, aseguraron haber trabajado durante “toda la pandemia con los residentes de lunes a lunes, cubriendo al personal de planta – que tenían – problemas de salud”. “En junio del 2021, nos hicieron presentar los papeles para el contrato de servicio, el cual seguimos esperando”.

Siguiendo con la línea de las declaraciones de los becados, uno de ellos expresó: “Cuando hicimos público la situación la señora Pandolfi, nos citó a una reunión y nos pidió por favor que no hagan público ese tipo de cosas”. Además, la encargada del hogar de Fray Mamerto Esquiú les pidió que no hicieran “ningún corte – porque – se comprometía a darnos novedad para diciembre. Hasta el día de la fecha seguimos trabajando sin novedades”.

En busca del reconocimiento por su labor

Seguidamente, los becados aseguran que siguen “haciendo las tareas y cumpliendo las horas de un personal de planta permanente. “Lo hacemos por necesidad, para que no nos saquen la beca”, aclararon. A su vez, expresaron abiertamente: “Necesitamos que reconozca nuestra labor adentro de la institución, por eso le pedimos al director de los adultos mayores, Sergio Oyola, que nos dé una respuesta”.

Cabe recordar que durante la pandemia del año pasado, los empleados no eran hisopados. Solo mantenían el sistema de burbuja, trabajando 15X15 ni siquiera les daban en tiempo y forma elementos de seguridad como barbijos y guantes, es decir: el personal tenía que comprar de su bolsillo para llevar al trabajo. Al respecto, explicaron que aún temen por su vida, cuánto más descuidada está la institución, más peligroso se vuelve para ellos.