La provincia de Catamarca es una de las principales cunas del turismo religioso, un negocio que beneficia a su economía. De hecho, ya se llevan adelante los preparativos por el 400 aniversario del hallazgo de la Virgen del Valle, una celebración que, estiman, atraerá a un importante número de peregrinos. Sin embargo, a pesar de la importancia del turismo para la provincia, el Obispo de Catamarca apuntó contra este y lo tildó de “superficial”.
“El turismo significa que uno se pone en camino, que va a algún lugar y precisamente religioso porque trata de cosas religiosas pero probablemente en el corazón no hubo nada de cambio religioso”, expuso Monseñor Luis Urbanc, criticando el turismo religioso del que se sirven algunos municipios de Catamarca, en diálogo con la radio oficialista Valle Viejo. “Queda solamente afuera y no cambia la vida”, añadió.
En esa línea, reconoció que “al turismo muchas veces lo que le interesa es el negocio, que la gente se mueva, que la gente gaste, que compre. Realmente le tendría que interesar ser un buen cristiano, que se propicie un verdadero encuentro con dios”. Aun así, reconoció que “evidentemente al peregrino hay que atenderlo, hay que brindarle las comodidades”.
“Hay que ser muy cauto de no caer en un divorcio o engaño de que yo hice algo religioso y cumplí con dios con la Virgen pero mi vida no cambio”, advirtió. Además, explicó que este año mariano ayudaría “a todos a propiciar un verdadero encuentro con dios y el Cuarto Congreso Mariano, que se va a realizar en Catamarca, tendrá que ser una hermosa ocasión para tantos congresistas que vendrán como peregrinos para que realmente haya un cambio de vida”.
Según el obispo, acercándose al verdadero significado de las tracciones religiosas es que los peregrinos saldrían de la “sociedad consumista y materialista”, para propiciar “una vida comunitaria, más responsable, en donde todos cuidamos más el planeta y nos cuidamos a nosotros”. De esta forma, el religioso cuestionó una de las actividades que sustenta la economía catamarqueña.