Este martes por la tarde, la justicia liberó al undécimo detenido por la muerte de Fernando Báez. Este se trata de Pablo Ventura quien fue acusado por los rugbiers en el momento del allanamiento en su casa. El joven de 21 años llevó todas las pruebas para confirmar que en el momento del crimen se encontraba en Zarate. A pesar de esto, el muchacho seguirá en Villa Gesell para participar de la rueda de reconocimiento.
La trifulca ocurrió el sábado por la madrugada, cuando se originó una discusión adentro de un boliche. La seguridad del local sacó a los protagonista y esto ocurrió afuera. En ese momento, Fernando Báez Sosa recibió una emboscada de 10 jugadores de Rugby pertenecientes al club Zarate, que estaban de vacaciones en Villa Gesell y terminaron con la vida de este joven.
Los mismos fueron detenidos de inmediato y quedaron imputados por el crimen del joven de 19 años. Los rugbiers estaban en un chalet de dos plantas en calle 202. En la casa de los acusados los efectivos de la fuerza de seguridad se descubrieron zapatillas y prendas de vestir manchadas con sangre. En ese momento, uno de los deportistas nombró a Pablo Ventura y la fiscalía ordenó su detención.
Desde ese momento el joven de 21 años empezó a vivir momentos de mucha tensión. Según trascendió, en las últimas horas la fiscalía buscó probar la presencia de Ventura en Villa Gesell a través de la filmación de un auto que partió de una zona cercana a la vivienda donde se hospedaba el grupo de rugbiers, pero las grabaciones de cámaras de peajes no lograron confirmar que se trataba el auto de la familia.
La defensa de Ventura presentó diversos videos de la localidad de Zárate donde se lo puede ver al acusado en la noche del crimen. También se aportó diferentes testimonios de amigos y de una vecina. A su vez, se comprobó que en el contrato de alquiler de la casa de los diez deportistas figuraban los nombres de todos ellos menos él. Con todos estos datos se le permitió la salida, pero tiene que seguir en Villa Gesell.