El caso por el violento asesinato de Fernando Báez Sosa sigue su curso y día tras día siguen apareciendo nuevas versiones. Este martes se realizó la última rueda de reconocimiento y nueve de los diez imputados fueron reconocidos por los testigos de la causa. Por su parte, los abogados de la querella informaron que no iban a dar el nombre del joven que no fue acusado para no “entorpecer la causa”.
Los rugbiers fueron sometidos a cuatro ruedas de reconocimiento y una vez concluidas fueron trasladados de Pinamar, donde estaba detenidos, al penal de Dolores, donde arribaron hoy por la madrugada. Hasta ahora los jóvenes que fueron identificados en las ruedas de reconocimiento son nueve, según informó el abogado Fabián Améndola, del estudio de Fernando Burlando y representante de la familia de la víctima.
El letrado indicó que durante la última rueda, llevada a cabo el martes, hubo dos personas reconocidas que antes no lo habían sido e “integran la manada” de rugbiers acusada por la muerte Báez Sosa, ocurrida el pasado sábado 18 de enero en la puerta del boliche Le Brique, aunque evitó dar el nombre del único joven que hasta el momento no fue reconocido.
Burlando, en tanto, se abstuvo de informar la identidad del último rugbier reconocido para “no entorpecer la investigación” y respecto de la situación del detenido que no fue señalado en ninguna de las ruedas aclaró que “no le interesa a la familia de Fernando tener rehenes en la investigación”. Destacó por otra parte la “precisión feroz” de la declaración de un nuevo testigo, un turista de 21 años que se acercó este lunes a la Fiscalía.
El testigo complicó la situación de Máximo Thomsen al identificarlo como “el líder del grupo” y el que más le pegaba a Fernando, según trascendió. “Al único que vi que le pegaba en la cabeza era el de camisa negra. El de camisa negra arengaba y le decía cagón, levantate “, dijo en referencia a Thomsen, quien además “le pegó dos puntinazos en la cabeza” a la víctima cuando estaba caída.
Fuente: NA