La Policía no deja de preocupar y sorprender en Catamarca. Ayer dos efectivos fueron interceptados por la Federal con un cargamento de droga lo que implicó una persecución y tiroteo entre los mismos destapando otro escandaloso caso de narco policías en la provincia. Los fugados no solo pertenecen a la fuerza, sino que mantienen un vínculo familiar, ya que son padre e hijo de apellido Villagra.
Ayer por la tarde se reportó un operativo cerrojo en la zona de Paclín (La Bajada), en búsqueda de personas que abandonaron un auto en el que se conducían debido a que se reventó un neumático. Los ocupantes eran efectivos policiales provinciales perseguidos por la Federal cuya investigación los llevó hasta ese punto donde hubo disparos intimidatorios. Se estima que el rodado provenía de Tucumán. El auto fue peritado y se secuestraron 39 kilos de cocaína.
Los individuos se dieron a la fuga y en este momento son buscados intensamente por la policía. Se trataría de Ariel y Julián Villagra, padre e hijo. Trascendió además que habrían estado desarrollando trabajos en el servicio de Inteligencia en el área de Seguridad de la provincia de Catamarca. El ministro Hernán Martel hizo declaraciones formales y muy livianas al respecto en tanto el gobernador Raúl Jalil prefirió el silencio.
La policía viene siendo centro de preocupación social no solo por la formación que no deja de mostrar su falencia cada vez que intervienen nuevos agentes, sino por hechos de corrupción de diferentes naturalezas, entre los que se destaca cobro irregular de zona y vivienda, censo político motorizado desde las comisarias, pago de seguro de vehículos que no funcionan, robo de repuestos del predio de la fuerza, etc, etc.
Lo más preocupante de esta situación es que a pesar de los escándalos, las autoridades decidieron tapar los hechos, en lugar de comenzar la purga interna para recuperar la confianza perdida. La policía tiene una imagen paupérrima frente a la sociedad de Catamarca, y sus autoridades también, ya que no otorgan los castigos correspondientes.