En un marco económico donde el acuerdo de asociación estratégica entre los bloques del Mercosur y de la Unión Europea, lo cual integra más del 40% del PBI (Producto Bruto Interno) mundial, la CEPA, Centro de Economía Política Argentina realizó un informe sobre lo que la organización reconoce como una posible modificación de la estructura productiva, laboral y distributiva de los países del Cono Sur.
En este sentido, plantea que en el aspecto determinado por la «Oferta de bienes», la CEPA reconoce que el Mercosur liberalizará el 90% de su comercio bilateral con la UE. Además, en el sector automotor, el bloque que contiene a Argentina removerá los aranceles de todas las autopartes procedentes de la UE en un lapso aproximado de 15 años. También, desde las «cuotas de carnes bovinas», la UE sumará 29 toneladas de carne a la «exigua cuota de 70 mil del último intercambio.
Por otro lado, en lo que respecta a las «compras públicas», la institución informa que el acceso para que las empresas europeas participen de la construcción de calles, aeropuertos, líneas ferroviarias, puertos, contratos para la provisión de insumos y equipamiento al Estado nacional, «es la misma que para sus pares locales». En cuanto a las «reglas de origen», se detallan criterios «flexibles», «que permitan que productos pasados a zonas europeas desde Asia, sean catalogados y enmarcados dentro del acuerdo para mandar al Mercosur».
La CEPA determinó que teniendo en cuenta la «propiedad intelectual», existen dentro del documento firmado, extensiones de los plazos de protección para que los laboratorios extranjeros tengan exclusividad de comercialización de nuevos medicamentos por 5 años, y de agroquímicos por 10. En la categoría de «servicios y establecimientos», en el transporte marítimo, la UE demanda el acceso y trato no discriminatorio para los buques, y plantea la «extinción de los requisitos de desempeño».
En alusión a las empresas del Estado, se fijan obligaciones en términos de transparencia, no discriminación y regulación neutral para las compañías. En este sentido, permite que firmas europeas sean parte de licitaciones y contratos de las estatales en igualdad de condiciones. A su vez, en «derechos de exportación», se muestra que la UE «pretende que no se apliquen en el comercio bilateral, prohibiendo la utilización de esta herramienta fiscal con fines distributivos y moderador del aumento de los precios internos».
En las «medidas sanitarias y fitosanitarias», la CEPA detalló que la UE no aceptará ninguna asimetría, y que los compromisos que asuma el Mercosur en materia de plazos y procedimientos hacia la UE serán los mismos que le otorgará la EU al Mercosur. En materia de «defensa comercial», se reconoce desde la organización que este mecanismo será transitorio y habrá una eliminación de investigaciones de oficio.
Por último, en cuanto al «comercio y desarrollo sostenible», «la principal preocupación es la implementación de medidas protectoras del medio ambiente que impliquen restricciones a las importaciones desde países del Mercosur, utilizando como base o fundamento la información científica o técnica de dudosa fuente», finalizó la CEPA.