Juana Viale condujo una vez más La noche de Mirtha. En esta ocasión entre uno de los invitados estuvo Ezequiel Lo Cane, papá de Justina Lo Cane, una niña de 12 años que murió esperando un trasplante de corazón que nunca llegó. Por ese motivo su estado de salud se fue debilitando hasta su fallecimiento, tras cuatro meses de internación. Su historia inspiró una campaña que impulsó a la Ley Justina. La norma convierte a todos los argentinos mayores de 18 años en donantes, a menos que antes de morir dejen por escrito y en forma expresa su voluntad en contrario.
El papá de Justina relató: “Lo que cambió la Ley es simplificar la donación de órganos, ahora todos somos donantes a menos que digas lo contrario. Desde que se aprobó aumentaron en un 60% las cirugías en un año por un montón de medidas. La otra cosa es que se generaron un montón de procesos ágiles para que se aceleren los recursos para que un trasplante se haga”. “Pero en este año, ya antes de la cuarentena, se redujo el 30%” los procedimientos en esta clase de intervenciones quirúrgicas.
A partir de las restricciones sanitarias por la pandemia, la situación se ralentizó más todavía. “Por los controles que hay que hacer por Covid-19, tanto con el que dona como con el que recibe el órgano, aumentaron los tiempos en los procesos, lo que hace que todo sea más lento”, afirmó. Por este motivo, señaló que el órgano a trasplantar “pierde horas” de vida útil, cuando la rapidez es una clave para el éxito de la cirugía. El cálculo depende del órgano: por ejemplo, el corazón sobrevive entre cinco y seis horas fuera de un cuerpo.
Emociones fuertes
Lo Cane agregó: “Estamos trabajando con Inteligencia Artificial para ver cómo esta tecnología puede ayudar en la complejidad de cada caso. Se está investigando cómo replicar células y rearmar el órgano para trasplantar sin necesidad de uno de una persona fallecida. La fortaleza viene de toda la gente que tengo alrededor que me da una energía tremendamente buena. Todo depende de una logística muy importante”. “Es muy fuerte”, declaró Viale entre lágrimas y emocionada.
En un programa anterior, la nieta de Mirtha ya lloró. Fue cuando Carlos Rottemberg contó una historia relacionada con su familia. El empresario rompió la cuarentena y visitó a Mirtha Legrand cuando murió su hermana Goldy. Recordó cuando murió el abuelo de Juana, el domingo 23 de octubre de 1994. “En un momento de esa madrugada, él estaba grave, estábamos dentro de la terapia tu abuela y yo. Tu abuelo dijo dos cosas: ‘Chiquita, el lunes hacé el programa’; giró y me dijo a mí ‘Cuidala”. Viale dijo que estaba sin palabras y se la vio muy emocionada.