Todos los 30 de mayo se conmemora el Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos. La efeméride fue impulsada por el INCUCAI con el objetivo de concienciar sobre lo necesario de este acto para salvar vidas. En el momento que estás leyendo esto hay miles de personas esperando por un donante, muchos en salas de hospitales rogando para que ocurra el milagro.
¿Por qué el 30 de mayo? El motivo por el que se eligió este día se debe a un nacimiento ocurrido en 1998. Dio a luz la primera mujer en recibir un trasplante hepático. Se festeja la maravilla médica que representa este hecho emotivo: la posibilidad de seguir viviendo y dar vida después de un trasplante.
Hay quienes se resisten a la donación de órganos, por considerarlo una profanación de su cuerpo. Se recuerda que la donación solo se realiza cuando hay muerte encefálica en una terapia intensiva de un hospital. De modo que las probabilidades de ser donante no son tan altas. Pero aún más bajas son las posibilidades para quienes esperan, de ser compatibles con los órganos disponibles.
La posibilidad médica de salvar vidas ante nuestra inminente muerte debería ser una obligación. Al menos lo es, en cierto punto, en nuestro país. Desde la implementación de la Ley Justina se registró una suba numerosa de donaciones. Esta establece que todos somos donantes a menos que expresemos lo contrario. No obstante, se puede expresar la voluntad de modo más certero.
Cómo manifestar la voluntad
• Registrándose en el sitio web Mi Argentina.
• En los Registros Civiles en el momento de tramitar el DNI
• Enviando un telegrama gratuito a través del Correo Argentino
• Firmando un acta de expresión de voluntad en el INCUCAI o en los Organismos Provinciales.
