Aun manteniendo el Caso Cero de COVID-19, las autoridades de Catamarca se debe un sinceramiento sanitario. El llamado de atención fue hecho por los médicos y personal de salud el fin de semana pasado. En una multitudinaria caravana, los bocinazos sacudieron la modorra oficial en relación al sistema sanitario provincial, al que se le puso algo de plata con la gestión Jalil pero aún sigue endeble y con demandas elementales. Evidentemente la necesidad es grande.
En principio reconocer que la caravana fue multitudinaria en Catamarca, agregar que, si bien respondió a una movida nacional, se dejó en claro que hay un fuerte reclamo de los profesionales de la salud en relación a las condiciones precarias en que despeñan su trabajo sumado al maltrato físico y verbal, precarización laboral, guardias de miles de horas, persecución judicial y sobre todo el faltante de elementos de protección atento a la emergencia sanitaria por el CV-19.
El bocinazo con vehículos particulares y ambulancias se replicó en el interior provincial también. El Colegio Médico de Catamarca expresó su satisfacción por el éxito de la movida sanitaria destacando: “Fuimos todos y somos uno”. La institución remarcó que asistieron a la masiva movilización médicos, enfermeros, bioquímicos, psicólogos, nutricionistas, kinesiólogos, odontólogos, administrativos, asistentes sociales, personal de maestranza y choferes.
Consultado el ministro de Gobierno, Jorge Moreno, por el sistema de salud contestó que el gobernador Raúl Jalil escuchó los reclamos de la sociedad y a la oposición por lo que la administración peronista actual invirtió alrededor de 100 millones de pesos en el interior y que se están comprando ambulancias para ser entregadas en la Catamarca profunda. Una suerte de reconocimiento oficial del pedido que jamás había sido sincerado en la gestión Corpacci.
La inauguración del Hospital Monovalente “Dr Malbrán” y el mantenimiento del Caso Cero de COVID-19 no alcanzaron para frenar la protesta del personal de salud en Catamarca. Falta mucho para tener un sistema sanitario público fortalecido y de calidad. De hecho el Malbrán es una remodelación de un edificio que estaba destinado a la recreación, los hospitales son aun precarios y en el ingreso a los pueblos del interior no tienen kits para detectar COVID-19.
Juan Carlos Andrada