Los “héroes” de la pandemia, nos referimos al personal de salud y la Policía, no son compensados de acuerdo a los elogios que reciben por la pelea cuerpo a cuerpo que dan en los hospitales y puestos camineros. Los efectivos viven renegando con los adicionales y el personal sanitario aún no puede juntarse con el famoso bono anunciado a nivel nacional por la labor clave que desempeñan en el frente de prevención contra el CV-19.
El tema de los adiciones es un problema de nunca acabar. Los efectivos funcionan reventados debido a que las horas de descanso se transforman en adicionales pero resulta que les deben desde el año pasado. Como será que no solo el reclamo es a organismo oficiales como el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia sino a servicios prestados cuando se jugaban partidos de fútbol en la Liga Catamarqueña.
Son héroes del discurso para la tribuna, total, estos personajes con poderes especiales no comen, no van al baño, no tienen familia, no abonar la luz, no tiene que pagar la tarjeta, jamás sacaron un préstamo, no van a la peluquería, no usan desodorante, nunca se les rompe el auto o la moto para ir al laburo. Jamás el verso político estuvo tan confrontado con la praxis. Alabarlos sin pagarles lo que les corresponde o prometieron es una actitud miserable atento al contexto que vivimos.
Demora
En el caso del personal de salud, la ministra Claudia Palladino, se sacó el lazo de encima y le endilgó la “demora” a Nación, cuando se pague seguramente dirá que fue por una “gestión del Gobierno provincial”. Lo concreto es que entre esta semana y la que viene los “héroes” (médicos, enfermeros y personal sanitario) cobrarán supuestamente el bendito bono que no llega y que fue prometido innumerable cantidad de veces.
No puede ser que encima del sacrificio que hacen, tengan que soportar laburar sin los elementos de protección, poniendo en riesgo su vida, pasando frío, sin horas de descanso y encima manoseados políticamente porque los responsables solo se acuerdan cuando dan una entrevista para figuretear. Claro que -al menos por la pandemia y una vez en su vida- podrían haber hecho bien las cosas, pero ya no serían ellos mismos, los politiqueros de siempre.