CATAMARCA.- (Por Juan Carlos Andrada) Si uno tiene que nombrar a todos los familiares no termina más, sobre todo si son pariente de alguien de peso y trayectoria política como Luis Barrionuevo. El gastronómico dijo que “nos estamos muriendo económicamente, no por el coronavirus”, pero la familia parece que está a salvo. Cabe recordar que el barrionuevismo comandó Diputados y los nombramientos fueron para todos lados, ahora Luis apoya la reforma de Jalil pero la familia no sufrirán la movilidad laboral.
Veamos. Hugo Navarro ex diputado, sobrino de Luis, es el actual secretario de Políticas juveniles. Como legislador nombró como ñoquis a toda la familia, su pareja Judith Castillo que cumplía funciones como Directora de Políticas sociales en Diputados hoy es planta permanente con la máxima categoría. Nombró a Nahir Morra, novia de Maxi Mascheroni (concejal, sobrino de Luis), primo hermano de Navarro. Nahir fue jefe de división Pago hoy planta con máxima categoría.
Agustín Navarro hermano del ex diputado tenía una asesoría en la Cámara, la mujer Erika Mengual planta en el Concejo Deliberante. La tía de navarro, Mecha Barrionuevo, hermana del gastronómico, tenía una asesoría. El primo de Navarro, Oscar Araujo también. Laura Barrionuevo, sobrina del Luis también planta, ni va trabajar. Romina Pereyra Chacana, mujer de Gonzalo Mascheroni hermano de Maxi Mascheroni en planta también.
Empleada doméstica
Hasta la empleada doméstica la hicieron nombrar en la Cámara, hoy esa mujer también es ñoqui y se llama Elia Molina. Navarro también hizo nombrar a sus hermanas por parte de padre, familiares directo suyos como la tía, madre de Maxi Mascheroni y familiares de la mujer. Hasta amigos jugadores de futbol de Villa Cubas y Policial, como por ejemplo el “Zuri” Gutiérrez y Esteban Valatkevicnis.
La crisis no es igual para todos, tanto la sanitaria como la económica. Los políticos no la sufren como el resto de los mortales. Tienen otras posibilidades, otra calidad de vida. Con sus palabras buscan identificarse con la gente común para simular sufrimiento, desazón, desesperanza, hartazgo. Pero no se hace política para “cambiar realidad”, eso es religión o para la universidad. El objetivo político es ganar elecciones, hacer negocios y sacar provecho personal. Punto.