En el mes de octubre del 2019, Bolivia celebró sus elecciones presidenciales. Las mismas tuvieron muchas irregularidades, lo que provocó que Evo Morales se exiliara y que ?Jeanine Áñez Chávez quedara a cargo del Poder Ejecutivo. Igualmente, la mandataria tenía el deber de llamar a nuevos comicios. En un principio se iban a realizar el 3 de mayo, pero por la pandemia se postergaron. Ahora se desarrollarán el 6 de septiembre.
El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia comunicó hoy la reanudación del proceso para los comicios, “respetando la preclusión de las etapas cumplidas”, pues ya están cerradas las candidaturas, “y ampliando los plazos necesarios para garantizar el ejercicio de los derechos ciudadanos”, en referencia a que sigue abierto el padrón de electores. Originalmente previstos para el 3 de mayo, los comicios se aplazaron sin fecha cuando se decretó el estado de emergencia sanitaria por la Covid-19.
El órgano electoral de Bolivia subrayó en un comunicado que el desarrollo del proceso debe atenerse a “las debidas medidas de protección de la salud pública” por el coronavirus. Algunas de las tareas pendientes en los 45 días previos a la jornada de votación son la entrega oficial del padrón biométrico. También el sorteo de la nómina de jurados, su capacitación y el tiempo de propaganda en los medios masivos.
El proceso al que se presentan ocho candidaturas se reanuda después de que la presidente del país, Jeanine Áñez, promulgara el martes una ley que fijaba el 6 de septiembre como plazo máximo para las elecciones, y que fue aprobada por el Parlamento boliviano tras presentarla el Tribunal Supremo Electoral. Este órgano es el que convoca comicios en Bolivia y fija la fecha, pues es uno de los poderes del Estado.
¿Por qué Boliva votará de nuevo para elegir presidente?
Las elecciones en Bolivia para elegir presidente, vicepresidente, diputados y senadores están pendientes desde la anulación de los comicios de octubre pasado. En ese entonces mandatario Evo Morales resultó vencedor para un cuarto mandato seguido. Igualmente, renunció tras una rebelión militar. Áñez Chávez, entonces senadora de la oposición, asumió la Presidencia de forma interina al activar un mecanismo sucesorio ante un vacío de poder.
