A un mes de aquel día en el cual las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) impactaron toda su realidad en la economía y en las finanzas de Argentina, según informó el diario El Intransigente, el economista Daniel Sticco, arrancó refiriéndose al encuentro que tendrá el ministro Hernán Lacunza con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a fin de año.
«El ministro de Hacienda va con el objetivo de lograr que el FMI le apruebe el sexto desembolso del acuerdo que se firmó el 1 de junio y después se amplió en septiembre a 57 mil millones de dólares, y que se trata de una suma equivalente a 5.400 millones de dólares aproximadamente. Es clave para que la Argentina, o el Gobierno de Cambiemos, pueda cumplir hasta el 10 de diciembre con el pago de los vencimientos de deudas comprometidos», analizó.
El economista ahondó, también, sobre las posibilidades de que ese desembolso llegue. «Son realmente pocas, por lo menos hasta el 27 de octubre, son cada vez muy lejanas, muy remotas. Si bien Argentina ha cumplido con las metas que se había comprometido en este caso hasta el segundo trimestre del 2019, yo me estoy refiriendo a la meta fiscal de déficit inferior o en reducción», indicó
«Lo cierto es que los acontecimientos que ocurrieron desde julio hasta ahora, en particular después de las elecciones del 11 de agosto, son con una claras perspectivas de un posible cambio de Gobierno que tiene otros objetivos y le hacen pensar al fondo que, antes de poner un nuevo desembolso, sentarse con el candidato que resulte electo el 27 de octubre si es que se define ahí la primera vuelta, o incluso esperar hasta la segunda vuelta si se da alguna chance de que el Gobierno pueda apelar hasta el balotaje», especificó.
El especialista precisó también cuáles podrían ser las consecuencias de que ese desembolso no llegue. «Los riesgos son básicamente lo que estamos viendo en estos días. Que el Gobierno apele a un control de cambio, restringir el giro de divisas, por ahora acotar el pago de dividendos y al giro de ganancias financieras. No hay control de cambio para cumplir con las obligaciones de comercio exterior, de pago de importaciones, cobro de importaciones, incluso de venta de dólares para el asesoramiento o ahorro por parte del gran público», lanzó.
«Esto simplemente le daría un poquito más de aire al Gobierno que, después del resultado de las elecciones del 11 de agosto, quedó muy debilitado, porque las posibilidades que tiene de revertir ese resultado y forzar una segunda vuelta en general parecen remotas. Siempre está la posibilidad, en Argentina 50 días es muy largo plazo peor claramente sería más un alivio que un pago de expectativas», explicó.
Por último, Sticco dijo que el mercado, por ahora, está contando que viene un Gobierno diferente. «Como todavía está en condición de precandidato y no candidato electo, no define sus objetivos de política económica. Pero dejó trascender que no va a pagar la deuda con el sufrimiento del pueblo y que hay que negociar los plazos y el FMI. En ese contexto dice’ prefiero, que si hay que renegociar, me repacten una deuda de 45 mi millones de dólares‘ que es lo que desembolsó desde junio del 2018 hasta junio del 2019 y no ceder un nuevo desembolso», cerró