La economía atraviesa por un turbulento panorama que no encuentra piso luego del resultado de las elecciones primarias. Esta situación llevó al presidente a tomar una serie de medidas económicas como paliativo para los diferentes sectores de la sociedad. El senador nacional y secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, fue entrevistado al aire de Somos Radio para referirse a esta situación.
«El nivel de actividad en Vaca Muerta sigue prácticamente normal porque las empresas se manejan a través de presupuestos y hasta ahora se han desarrollado de manera normal. Sin embargo, hay empresas que bajaron su actividad como consecuencia de la finalización de estos contratos con acompañamiento de medidas del Gobierno nacional que hicieron que los inversores bajen sus inversiones», aseguró, según destacó el diario El Intransigente.
En este sentido, el dirigente sindical detalló cómo es la situación producto de estas empresas que redujeron su actividad. «Tenemos al menos 1.500 compañeros que entraron en fase de horas rotativas. Es una medida que el gremio aceptó porque así también se evitan los despidos. Yo creo que el año que viene cuando se ponga en funcionamiento el nuevo presupuesto la actividad seguirá bajando y recién la gran oportunidad será en el año 2001», afirmó.
«El entusiasmo que generó Vaca Muerta se dio en todo el mundo, hasta en Estados Unidos por ejemplo. Nosotros aquí tenemos 30 mil compañeros trabajando y no tenemos despidos. Entonces ahora hay que empezar a generar esa confianza que se perdió con las últimas medidas. El nuevo Gobierno tendrá que hacer de todo para generar confianza, que vengan los inversores y que haya seguridad jurídica», exclamó.
Por otro lado, el funcionario explicó la importancia de este proyecto y tomó el abastecimiento propio como uno de los grandes beneficios. «Lo que hace al petróleo ya tenemos el autoabastecimiento, estamos solo importando petróleo por no tener el refinamiento para el proceso, pero tenemos el autoabastecimiento ya y estamos en proceso de exportarlo a través del Pacífico. En el caso del gas nos falta dos o tres años para terminar con las importaciones», señaló.
«Lo bueno de todo esto sería que se puedan construir el principal gasoducto troncal de Neuquén a Rosario para poder exportarlo, a través del Atlántico, a otras partes del mundo. Así que todavía falta, no solamente la producción del gas precisamente dicho, sino también en infraestructura para evacuar toda esa producción a otras regiones del mundo», agregó.
Por último, Pereyra destacó el contrato laboral que se estableció desde el principio y admitió que hay ciertas cosas que generan inconvenientes. «El convenio de trabajo colectivo que firmamos en el 2012 sigue vigente tal cual fue firmado. En ese momento no había explotación convencional y no convencional. Cuando se produce el desarrollo masivo de estas áreas se transformó en un tema muy difícil de sostener», cerró.