El pasado viernes, el intendente de Puerta de Corral Quemado, Enrique Aybar, fue condenado a seis años de prisión por un caso de abuso. A pesar de esto, el mandatario seguirá en el poder hasta que la condena quede firme. Desde el oficialismo salieron a repudiar la continuidad del mismo en el poder y hasta algunos pidieron la intervención del municipio. Igualmente, mientras todos los focos están puestos en este caso, hay varios indecentes que siguen en funciones y nadie los critica.
El 14 de agosto, la Justicia de Catamarca encontró al intendente de Puerta de Corral Quemado, Enrique Aybar, culpable del delito de “abuso sexual simple agravado por la guarda”. El veredicto del tribunal catamarqueño fue unánime. El jefe comunal deberá estar en prisión durante seis años, cuando la sentencia quede firme. Además, esta acción sostiene restricciones para con la víctima y su familia.
Este caso tardó muchos años en resolverse, y en ese lapso el mismo siguió cumpliendo sus funciones sin problemas. Cuando el tema empezó a estar en la agenda de la gente, la Justicia empezó a tomar con más seriedad la causa, y rápidamente dictó la prisión para el intendente de Puerta de Corral Quemado. Igualmente, el Poder Judicial no tiene problema en mirar para otro lado en casos similares o peores a los de Aybar.
El abuso de los intendentes es muy común pero las denuncias no prosperan en la Justicia, muchos monstruos como estos siguen en funciones pero solo miramos Puerta de Corral Quemado. Uno de los casos que podemos mencionar es el de Rafael Olivera. El mismo llegó quebrado a la función pública, incluso con la firma afectada hasta para cobrar el sueldo de jefe comunal, pero construyó un imperio. Hasta el momento nadie sabe muy bien cómo hizo la fortuna, y tampoco nadie investigó el tema.
Otro de los casos que podemos nombrar es el del intendente de Recreo, Luis “Lula” Polti. El mismo encendió la polémica cuando se peleó con una enfermera que le pidió insumos para poder trabajar en medio de la pandemia. Además, en este contexto se fue a pescar incumpliendo la cuarentena obligatoria que regía en el país. El funcionario no recibió sanción alguna, aunque lo merecía. Esto muestra claramente que la Justicia no es totalmente independiente como tendría que ser.
