El “caso Barros” se denominó al escándalo de la máquina municipal de Valle Viejo haciendo una pileta en la propiedad de los hijos del diputado Augusto Barros. El legislador peronista lloró en el descargo asegurando que la descendencia tiene derechos como cualquier vecino chacarero, lo politizó y dijo que iniciaría acciones legales contra los detractores. El punto es que el expediente se inició y salió el mismo día que se utilizó la retroexcavadora y que se pagó solo 4.800 pesos.
La pileta hizo mucho ruido político, tanto que obligó al diputado Barros a salir a clarificar, sin mucho éxito. En la entrevista afirmó que la maquina hizo un trabajo en una propiedad pero que no era de él sino de sus 6 hijos tras poner cada uno 50 mil pesos. Que la denuncia era una campaña en su contra y producto del “odio”. No negó que la maquina fuera municipal pero manifestó que se pagó por sus servicios, colaborando así con el municipio.
Todo el trámite y el papelerío se hizo el pasado miércoles 11 de noviembre. Efectivamente, en poder de El Aconquija el expediente Nº 03496 y el recibo Nº 00269563 a nombre de Barros Marcos David (uno de los hijos de Augusto). El expediente ingresó a la municipalidad a la mañana, ese mismo día se aprobó, se pagó y a la siesta ya estaba la máquina trabajando en la pileta de los Barros. Impresionante e inusitada la rapidez con que se movió todo en la comuna que conduce la intendente Susana Zenteno.
Los cuestionamientos giraron en torno a que la municipalidad no puede alquilar máquinas y por otro lado el precio irrisorio del alquiler de la retroexcavadora. Barros dijo que colaboraba con la comuna económicamente pero en realidad por la módica suma de 4.800 pesos tuvo la máquina, el combustible y el operario por dos horas (mentirosas). De manera que por eso plata en lugar de ayudar como dice el diputado a las arcas de la muni de Susana, la familia Barros abusó de los recursos de la comuna chacarera que administra la profesora Zenteno.
El responsable de Obras y Servicio Públicos de la municipalidad de Valle Viejo se apuró en aclarar que no hay nada ilegal porque la comuna puede alquilar equipamiento y que no era en el domicilio del diputado Barros sino en la propiedad de su hijo David, en realidad de todos los hijos del legislador. El funcionario lo atribuyó también a una maniobra política y a la mala intención de la prensa que publicó tremenda patraña con el objeto de perjudicar la gestión peronista.
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