Daniel Arroyo destacó la ayuda del Estado para combatir la pobreza

El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, destacó que por parte del Estado, hay una gran cobertura hacía la situación de pobreza en el país. En medio de la pandemia de coronavirus. También agregó que de a poco, se ve una disminución en la gente que asiste a los comedores. Ayer el Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) publicó un informe en el que la pobreza en el país llegó al 44,2%.

Pese a los números expuestos, el funcionario destacó que en las últimas cuatro semanas, hay menos gente en los comedores. Esto se debe a que hay un poco más de “changa” en los rubros de construcción y textiles. El Plan Potenciar Trabajo está teniendo muy buenas repercusiones a nivel país. El mismo busca mejorar la empleabilidad y la generación de nuevas propuestas productivas.

Daniel Arroyo se refirió a esta medición y dijo que “el propio informe de la UCA marca que, si no hubiera estado el IFE y la ayuda alimentaria, la situación sería más crítica”. La investigación realizada por la Universidad Católica Argentina informó que el 34,9% de los hogares y el 44,2% de las personas se encuentran por debajo de la línea de la pobreza. Al cierre del tercer trimestre del año.

“El próximo 18 de diciembre habrá una carga doble en la tarjeta alimentaria y vamos a dar un bono para los beneficiarios del plan Potenciar Trabajo” adelantó el funcionario. Quien además resaltó la ayuda estatal que se está dando con la puesta en marcha del plan Potenciar Trabajo. El mismo ayuda a 700.000 personas. Además destacó que “el estado ha amortiguado la caída social: tenemos 11 millones de personas con asistencia alimentaria y llegamos con el IFE a 9 millones de personas”.

Al ser consultado por Radio 10, Daniel Arroyo se mostró de acuerdo con que Argentina implemente un control ciudadano. “Esto es un debate que se da en toda América Latina. Pero hoy no hay condiciones fiscales para hacerlo, pero sin dudas es el camino”, afirmó. Por último, el ministro aclaró que “la idea” es que el Estado tenga una contraprestación por todas estas transferencias de dinero.