Se registró un hecho de violencia entre un médico y un papá que necesitaba que atención médica para su hijo. El niño tiene tan sólo 1 año y había estado sintiéndose mal ese día por lo que fue llevado por sus padres a la guardia. Según lo que dicen los habitantes de Aconquija, perteneciente a Andalgalá, Catamarca, la atención médica empieza a las 18 hs, y el niño habría sido llevado alrededor de las 19.30 hs, por lo que estaba dentro del supuesto horario de atención pautado.
El Aconquija se contactó con uno de los abuelos del niño que relató lo sucedido y explicó la secuencia de hechos que derivaron en la pelea. Según él, el niño recibió atención de parte de una enfermera que diagnosticó que el niño tenía 39 grados de fiebre y lo medicó. Los padres no se conformaron con esta revisión, y por supuesto, querían ver al médico para que revisara al niño, pero la respuesta que recibieron fue que debían volver al siguiente día para la revisión.
Al no recibir un diagnóstico médico, el padre enfadado le recriminó al médico su conducta y le avisó que iba a hablar con el Ministerio de Salud por su mala actitud, para que ellos tomaran las medidas correspondientes, y allí se habría producido el pleito. Además, el abuelo aseguró: “Seguramente la directora va a cubrir a su gente, no va a defender a las personas comunes que necesitamos de la atención de los médicos” y también aludió que esta situación debía resolverse en la justicia, y que la justicia debería determinar quién tiene la razón.
“No podemos seguir callando, ya hay denuncias realizadas contra este mismo médico”, prosiguió con su relato, “Yo pienso que esta clase de gente no tiene que estar atendiendo. Nuestro pueblo esta mal en tema salud, no puede haber un sólo medico para tantos habitantes. El Ministerio de Salud no nos da soluciones. El tema salud es indispensable y el estado tiene la obligación de brindárnosla”.
Por otra parte, el médico acusado se llama Pedro Antonio bello y es de Venezuela. La situación de los médicos es lamentable en la provincia. Como se sabe, los médicos llevan al límite a su cuerpo, por las precarias condiciones en las que trabajan, y por la cantidad de horas que pasan en las guardias. Los médicos resuelven esto poniendo límites a los pacientes, dejando de atender en horarios no correspondientes, y demás. El ministerio de salud los tiene olvidados, y los médicos comienzan a pedir ayuda, que no reciben. Es evidente el caos sanitario en el interior de la provincia, el descontrol y la falta de contención de los médicos hacia los padres.
Se dio a conocer que el hospital reaccionó al hecho cerrando la atención en el día de hoy, únicamente atenderá urgencias extremas. Realmente, no se puede considerar a esta medida como una solución, sino como un agravante a la situación. El enfado de los pacientes incrementará, en vez de disminuir. La jefa del Área Programática, la Sra. Moreno Vázquez, dio otra versión. Ella dice que el niño si fue atendido por el médico, que fue medicado y que los padres deberían haber esperado a que bajara la fiebre. Esta versión es contraria a la que dicen los padres.
Dadas las circunstancias, nadie esperaba que la jefa del área admitiera que la mala actitud fue de su médico, y por supuesto, se entiende que es más fácil culpar al padre. Cualquiera sea la versión verdadera de lo que ocurrió, el desenlace fue lamentable y esta situación no debería pasar. Los padres no deben sufrir tanto por recibir una simple atención médica y los médicos no pueden seguir trabajando en esas condiciones y siendo pocos en relación con la cantidad de habitantes que hay en las zonas alejadas a la capital. Es el estado el que debería asegurarse de las condiciones sanitarias de la provincia.
