En el mes de agosto todo el ambiente del fútbol tuvo la mirada puesta en la novela que se estaba viviendo en el Barcelona. Esto se debe a que Lionel Messi le había comunicado al club que no tenía intenciones de continuar. Se generó un conflicto, ya que el presidente de la institución, Josep María Bartomeu, no le permitió la salida y el argentino se tuvo que quedar.
El Intra Sports informó que el dirigente rompió el silencio. “Yo no podía permitir, como ninguna persona de la junta o del cuerpo técnico, dejar ir al mejor jugador del mundo. El equipo lo necesita. Messi es nuestro capitán, nuestro líder. Lo hemos visto en los últimos días. Él habla en el campo. Se ha dicho lo que se tenía que decir. Como presidente no entraré en ningún conflicto con Messi”, destacó Bartomeu, que ve a Leo ilusionado con el nuevo proyecto tras el terrorífico accionar del equipo en la Champions.
“Nos tenemos que felicitar de que Messi siga con nosotros. Está ilusionado con Koeman. Lo importante es que juegue en el Barca, en su casa. Queremos que se retire en el club y hacer un proyecto con Messi”, agregó Bartomeu. De momento, Messi se ha mostrado participativo en la temporada, incluso marcó un doblete en un partido amistoso con el Girona, por lo que los fanáticos culés se han vuelto a ilusionar.
A Bartomeu no le preocupa su continuidad
Cuestionado también por las 20,687 firmas que comprometen su permanencia en la junta directiva, Bartomeu se mostró despreocupado y afirma que todos en Barcelona trabajan para concretar un proyecto ganador. “Ningún directivo me ha dicho nada, al contrario. Todos están centrados en estos momentos y nadie ha dicho nada. En estos momentos nadie quiere dimitir. Tenemos mucho trabajo”, agregó Josep Maria.
El presidente vive días críticos al frente del Barcelona. En la semana se entregaron las firmas para activar el voto de censura. Falta que se validen y a partir de ahí se constituirá una mesa de voto de censura. Si todos los requisitos se cumplen y se validan al menos 16,520 rúbricas, se fijará una fecha para votar. Y si dos tercios apoyan el voto de censura, la junta encabezada por Bartomeu tendrá que dimitir. Por ello, el ciclón no ha terminado en Cataluña.
