En medio de las definiciones de fórmulas para que puedan competir en las elecciones del 11 de agosto, en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), Andrés Malamud, politólogo de la Universidad de Lisboa y de la Universidad de Buenos Aires (UBA), emitió su opinión sobre temas de su especialidad en «Cuestiones pendientes», programa de la radio Milenium.
«Lo movedizo en Argentina es la oferta, la demanda es estable. El escenario está dividido en peronismo y no peronismo, se dividen los representantes», analizó Malamud, cuestionando las incertidumbres de las fórmulas para afrontar las elecciones y llegar a tener posibilidades en los comicios del 27 de octubre. Fecha en que se decidirá o la reelección del actual presidente, Mauricio Macri, o a su sucesor en el poder.
Por otro lado, «el tercio que no sabe si votar a uno u otro son los que terminan definiendo las elecciones entre los dos que tienen su política definida», dijo sobre los indecisos, los cuales se encuentran en medio de distintas pujas, como votar a un tercero, con riesgos de que una candidata con múltiples procesos judiciales llegue a ganar, o a alguien que tuvo una mala administración económica.
En sentido del tercer espacio en competencia comentó el politólogo que «lo que cambió fue la decisión de Cristina Kirchner de diluir la grieta. Pero eso no es que no haya dos polos. Se acercan al medio y lo estruja. Ahora la avenida es angosta y no le sirve a nadie». De esta manera vio el resultado de haberse corrido del máximo cargo y quedar como precandidata a vicepresidenta.
«En un sistema político abierto, normal, eso es esperable que pudiera participar espacios como el de José Luis Espert. Pero, en Argentina es muy difícil porque el sistema electoral es restrictivo, les complica la vida a los nuevos partidos y se la complica a los pequeños. Los partidos nuevos alquilan partidos viejos. El sistema además reduce el impacto de los votos».
«Votamos por la mitad de la Cámara de Diputados. Sigue reflejando lo que pasó dos años atrás. Argentina tiene un sistema de boletas de papel que dependen de los partidos. Los partidos políticos son fundamentales. Es verdad que no son cohesionados ideológicamente con un líder como Yrigoyen o Perón, pero sin partido no podés ganar una elección en Argentina», continuó.
«El gradualismo fracasa con la corrida cambiaria de abril. Macri se corrió al centro, Cambiemos es un corrimiento al centro. Macri se aproximó a un partido con territorialidad y socialdemócrata. Después de la crisis, Macri se fue al borde. Macri ahora vé si innovar», finalizó su análisis poniendo la lupa sobre la definición del acompañante de Macri para ir por la reelección.