En un contexto donde se discuten las leyes de flexibilización laboral pedido por los empresarios que se ven en una presión cada vez de contratar a una persona, las plataformas digitales concentran hoy la atención del mercado laboral por las nuevas oportunidades de empleo que generan. Por otro lado, se batallan las condiciones por las cuales los trabajadores realizan esta actividad.
¡Según un informe privado elaborado por la Universidad de Palermo y la agencia Voices! Research & Consultancy, pudo establecerse a través de la consulta a vastos sectores de la población, que a pesar de ofrecer ventajas por su mayor dinamismo, su utilización en nuestro país aún es incipiente aunque avanza rápidamente.
Este estudio señala que seis de cada diez personas afirman no haber utilizado aplicación alguna pero que se manifiestan a favor de realizarlo en el futuro cercano. Pero además, exigen que haya un control más exhaustivo que evite la precarización laboral que al mismo tiempo incentiva el desarrollo de estas modernas formas de vincularse.
El marco en el que cual evolucionan estas propuestas es de una Argentina en la cual uno de cada tres habitantes está debajo de la línea de pobreza. Además, el consumo ostenta notables bajas año tras año, lo cual redunda en la búsqueda de trabajos entre nuevos desempleados y quienes necesitan de otro ingreso extra para alcanzar el fin de mes.
La clave de estas empresas es la de apostar a posicionarse en el rol de intermediarios un oferente con el demandante de manera directa, rápida y fácil. Tal es el caso de firmas conocidas como Rappi, Glovo, Pedidos Ya, Uber, Airbnb y Workana, entre otras, que amalgaman empleo, consumo y vinculación.
El éxito de estas plataformas digitales se sustenta en la aceptación que logran entre la población más joven al tiempo que dependen de que esta aceptación sea renovada a diario dentro del espectro de los consumidores. A esta conclusión arriba el relevamiento realizado a partir de 1001 encuestas repartidas en todo el país.
De acuerdo con los datos recabados durante el transcurso del mes de abril, el 58% asevera que jamás usó ninguna de las aplicaciones antes mencionadas. Sin embargo, el 56% expresó su consentimiento para poder probarlas más adelante, sobre todo, esta tendencia es impulsada con más contundencia entre los ciudadanos más jóvenes.