En un contexto marcado por la victoria de la fórmula del Frente de Todos en las elecciones Primarias, las calificadoras Fitch y S&P disminuyeron la nota de la deuda de la Argentina por la incertidumbre política y debido a un riesgo de default. La primera empresa recortó la calificación desde B hasta «CCC», una categoría que destaca que hay posibilidades de un incumplimiento de pagos, según informó el diario El Intransigente.
«El recorte de la nota de Argentina refleja una elevada incertidumbre política después de las elecciones primarias del 11 de agosto, un severo endurecimiento de las condiciones financieras y el esperado deterioro del ambiente macroeconómico que aumenta la posibilidad de un default de la deuda soberana o de una restructuración de algún tipo», manifestó este viernes la entidad llamada Fitch.
Mientras que la calificadora S&P, que rebajó la nota un escalón de «B» a «-B», sostuvo: «La pronunciada turbulencia del mercado financiero, con una depreciación significativa del peso argentino y un repunte en las tasas de interés, tras las elecciones primarias del domingo pasado en la Argentina, ha debilitado significativamente el ya vulnerable perfil financiero del soberano».
Por otro lado, la agencia de calificación de riesgo Moody’s alertó hace unos días que una «economía débil y políticas públicas inciertas» en el futuro del país incrementarán los riesgos crediticios de emisores corporativos por lo menos hasta mediados del año que viene. «La cobertura de la deuda corporativa y la liquidez probablemente sufrirán un deterioro en 2019 frente a una inflación persistentemente alta y mayores costos de financiamiento», destacó el estudio.
«La recuperación económica transitoria de Argentina hasta 2020 beneficiará moderadamente el crecimiento y los márgenes de las empresas de la industria de consumo, aunque este sector sigue siendo muy vulnerable a posibles choques cambiarios. Las empresas argentinas siguen siendo vulnerables a una economía débil y políticas económicas inciertas de cara a las próximas elecciones presidenciales, las cuales aumentan los riesgos crediticios para los emisores corporativos al menos hasta mediados de 2020», analizó el texto.
«La cobertura de la deuda corporativa y la liquidez probablemente sufrirán un deterioro en 2019 frente a una inflación persistentemente alta y mayores costos de financiamiento, según la tasa de política monetaria extraordinariamente alta del Banco Central. La posible recuperación económica gradual de Argentina hasta 2020 favorecerá moderadamente el crecimiento de los ingresos y los márgenes de las empresas de consumo», comentó, por su parte, Martina Gallardo Barreyro, asistente de la vicepresidencia del ente.
«Sin embargo, el sector de los bienes de consumo sigue siendo vulnerable a choques cambiarios que pueden destruir instantáneamente el poder adquisitivo y la demanda. Para Moody’s, la proyección de una producción casi récord de la cosecha implica mejorar el crecimiento y la rentabilidad del sector agropecuario, pero los esfuerzos de consolidación fiscal del Gobierno aumentan la vulnerabilidad del sector frente a cambios repentinos en la política fiscal», agregó Gallardo Barreyro.