El economista Juan Latrichano analizó las últimas medidas anunciadas por el Gobierno Nacional y la posible llegada de un nuevo desembolso de dinero por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI). Según el diario El Intransigente, el especialista explicó que el organismo internacional busca que el Gobierno pueda generar «recursos por sí mismo» y consideró que con el comienzo de la campaña electoral: «cualquier palabra mal puesta puede ser perjudicial».
El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, viajará a fines de septiembre a los Estados Unidos, con el objetivo de conseguir un nuevo desembolso del crédito que la Argentina mantiene con el FMI. Ante la incertidumbre financiera que atraviesa el país en medio del proceso electoral, se generaron dudas sobre si el organismo entregará la nueva cuota del acuerdo, por temor a que la Argentina entre en default.
En ese marco, Latrichano recordó que la medida de control de cambios impulsada por el Gobierno provino de la propia entidad financiera: «Creo que el Fondo Monetario Internacional entendió que el único modo de preservar las reservas y que quede dinero para empezar a pagarles a ellos, es a través del control cambiario», manifestó el economista en declaraciones a El Intransigente.
«El FMI tomó nota que en un esquema liberado las divisas huyen y entonces escogió un camino que es el que se implementó. Es decir, poner parámetro para la compra de divisas de 10 mil dólares por personas y establecer el acortamiento de los plazos para que los exportadores ingresen divisas», explicó y agregó que esa situación puede generar una estabilidad en el corto plazo.
En ese marco, el especialista consideró que la llegada de un desembolso antes de las elecciones podría servir al Gobierno, aunque destacó que la intención del FMI es que el Gobierno pueda generar «recursos por sí mismo», y cuestionó las decisiones del Poder Ejecutivo la semana posterior a las elecciones: «Hizo todo mal, particularmente cuando habló de reperfilamiento».
«Esta situación alteró mucho al depositante común, porque se pensó que con inmediatez se iba a hacer una especie de corralito en dólares y en pesos. Esto de algún modo exacerbó la corrida y el Fondo Monetario Internacional tomó nota de esto y obligó a la implementación de control de cambios. A partir de esta situación el mercado comenzó a lucir más calmo», detalló.
Por último, Latrichano evaluó que hay una creencia del Gobierno en la liberalidad del mercado, y señaló que las medidas anunciadas son contrarias a las ideologías de esta gestión: «No nos olvidemos que ellos fueron los que liberaron el cepo, entonces resulta vergonzante volver a tenerlo. Esto es parte de lo que no quisieron hacer, lo que decidieron y ahora se han visto obligados a hacer».