Según detalló el diario El Intransigente, Argentina posee muchos recursos para llevar adelante un plan que le dé sustentabilidad, pero por lo pronto no se ha establecido un plan que le traiga beneficios a los ciudadanos. Así, diversos especialistas manifestaron que el país no ha obtenido buenos resultados en materia energética. Específicamente advierten que las gestiones kirchneristas y el macrismo no han logrado tener un sistema eficiente, competitivo e integral con mirada a largo plazo.
«El problema en nuestro país es que, durante décadas, los distintos Gobiernos de turno no han diagramado una política energética que cuente con ciertos pilares básicos, lo cual ha devenido en decisiones carentes de una mirada prospectiva del sector y más vinculadas a la reacción frente a los acontecimientos que se iban presentando, que a acciones planificadas», analizó Natalia Ceppi, investigadora del Conicet y docente en la Universidad Nacional de Rosario.
De acuerdo con su postura, esta situación «no es menor, porque ‘desvaloriza’ al sector en términos estratégicos, sobre todo en un país como el nuestro, que su matriz energética se encuentra fuertemente concentrada en energías no renovables -54% gas natural y 31% petróleo- las cuales están sujetas a una disponibilidad acotada».
Ceppi se comunicó con la Agencia Noticias Argentinas para dar datos certeros de este panorama. Su análisis se remonta a los inicios de la gestión del Frente para la Victoria y contempla el Gobierno actual, en manos de Mauricio Macri. En este punto, describió que estos Gobiernos estuvieron signados por el ascenso del tema energético como una problemática de impacto en la agenda doméstica y en el de la política exterior.
«Para estas administraciones, en términos discursivos, ese ascenso fue principalmente promovido por los errores del pasado (la conocida herencia); un recuerdo de políticas de corte neoliberal que llevó al desprendimiento por parte del Estado de sus compañías emblemas –YPF y Gas del Estado- dejando en el mercado el qué, el cómo y el para qué de la política energética nacional», detalló la especialista.
Siguiendo con su posicionamiento, explicó que tanto el FPV como el macrismo «tuvieron dificultades para abastecer con producción propia los distintos sectores del mercado interno, las importaciones de gas natural, GNL y otros energéticos –y su incidencia negativa en la balanza comercial-; la declinación de reservas, salvo una leve mejoría a raíz de la explotación no convencional –durante Cambiemos- y las escasas medidas para impulsar los energéticos renovables dentro de la matriz energética, han sido, entre otros, indicadores que se encuentran transversalmente a lo largo del período».
En cuanto a su cuestionamiento de las gestiones, resaltó que durante estos períodos de Gobierno no hubo una reforma integral de la normativa que regula el sector hidrocarburífero, teniendo en cuenta que su ley es de la década del ’60. «Una normativa acorde a los tiempos que corren (en especial, en lo que respecta al uso de la tecnología) y que incorpore las características centrales del escenario energético argentino sería una buena brújula para comenzar a tomar decisiones más eficientes», concluyó.