Los productores agropecuarios se refugian en la soja, dejando de lado el cultivo de más maíz, ante la suba de los costos, la baja de precios internacionales del cereal y la incertidumbre política que atraviesa la República Argentina. Según informó el diario El Intransigente, el jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Esteban Copati, manifestó que la entidad tuvo que cambiar las proyecciones en la producción por este fenómeno.
«Hemos tenido algunas modificaciones en las últimas semanas, inicialmente estábamos previendo una importante expansión del área implantada con maíz, pero esta decisión de siembra positiva para el cereal se fue perdiendo», le comentó a la Agencia Noticias Argentinas. De acuerdo con su análisis, las causas de esta elección son «un mix entre el escenario de cambio de costos que se encarecieron y de márgenes sobre todo para la variación de los precios internacionales de maíz que bajaron y afectó la rentabilidad del cultivo, y también tiene que ver con la incertidumbre política que se está viviendo».
A este escenario le agregó que «Argentina está experimentando una fuerte incertidumbre climática y política, que impacta de lleno en las decisiones de siembra. Todavía estamos manteniendo una proyección de expansión de área interanual de maíz, estamos hablando de que podríamos alcanzar los 6,4 millones de hectáreas en esta campaña 2019-2020», indicó Copati.
El jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio hizo un detallado cálculo de la producción de maíz que se llevará adelante el próximo año. Según sus estimaciones, el maíz tendrá un incremento de solo 100 mis hectáreas, contra 6,3 millones que fueron sembradas durante el año pasado. «Hasta hace un mes atrás podíamos hablar de una expansión en el orden de las 350 mil hectáreas». Esas 250 mil hectáreas que se desestimaron migraron a soja.
En este punto, Copati explicó que se perdió gran parte de la decisión de sembrar maíz, pero el cereal sigue teniendo un escenario positivo, pero con menores áreas de cultivo. «En términos de soja, se trata del cultivo que también ha revertido su tendencia, estábamos inicialmente pensando en una reducción del área y hoy estamos viendo una expansión de 17,4 millones de hectáreas a 17,6 millones, 200 mil hectáreas más que en gran medida captan la pérdida de decisión de siembra de maíz y también lotes que no pudieron ser sembrados con girasol en regiones del NEA», analizó.
Por otro lado, se refirió al cultivo del girasol que tuvo varios inconvenientes climáticos, como el exceso de humedad, anegamiento y lotes con falta de piso. Es por ello que el girasol cayó significativamente en Chaco, Santiago del Estero, Santa Fe y gran parte de esa superficie va a ser capitalizada con soja. «Hay un cambio en la decisión de siembra, con una expansión en términos de soja, es una decisión más de refugio en términos de rotación para los productores», determinó.
Finalmente, la entidad que lidera Copati estimó que la agricultura argentina tuvo un récord en cultivos de invierno y de verano en la campaña 2019-2020. Puntualmente, se produjeron 35 millones de hectáreas. La rentabilidad de la soja hará que los productores decidan no rotar cultivos y se refugiarán en esta oleaginosa, que le traerá previsibilidad en este contexto de incertidumbre política y económica.