El pasado martes se difundió la supuesta negativa del Gobierno Nacional a darle asilo político a bolivianos, en medio de los conflictos que atraviesa su país, y ahora desde el propio Ejecutivo salieron a desmentirlo. La tarea estuvo en manos del Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Jorge Faurie, quien se encargó de asegurar, por medio de sus redes sociales, que las personas de nacionalidad boliviana no serán rechazadas.
“Es absoluta mentira lo expuesto por un periodista respecto de mí no autorización para ingresar funcionarios bolivianos a la Embajada Argentina“, expresó en un tweet. Asimismo, remarcó que “es muy clara la instrucción a los funcionarios diplomáticos y estamos todos trabajando para ofrecer la asistencia necesaria a quienes su integridad física esté en peligro”.
Mientras tanto, la situación en el país vecino boliviano continúa empeorando, después de que Evo Morales abandonara su cargo y pidiera asilo político en México. Ante esta dimisión, fue la referente del partido Unidad Democrática, Jeanine Añez, quien tomó el poder y se autoproclamó presidente interina de Bolivia, aún cuando no hubo quórum para tratar su nombramiento en el Congreso.
“Asumo de inmediato la presidencia del Estado y prometo tomar las medidas para pacificar el país. Morales y García Linera abandonaron el territorio y se tuvo que activar la sucesión para resguardar la vida, la integridad física de todos los bolivianos y garantizar el orden público”, fueron las palabras de Añez al asumir la presidencia, haciendo caso omiso de la necesidad de los legisladores, y amparándose en varios artículos de la constitución.
Con el correr de las horas, el mundo se fue posicionando con respecto a esta asunción al poder y algunos países ya reconocieron a Añez como presidente. Tal fue el caso de Estados Unidos y Brasil, cuyos líderes saludaron a la nueva mandataria. Además, las Fuerzas Armadas y policiales de Bolivia también aceptaron la presidencia de Añez. Quien sorprendió con una actitud contraria fue Nicolás Maduro, desde Venezuela, al asegurar que “el único comandante” de Bolivia es Evo Morales.