Antes de emprender su viaje a Cuba, donde pasará año nuevo con su hija, la vicepresidente de la nación sacó una medida que sorprendió a la oposición. Cristina ordenó una auditoría para investigar los gastos de la gestión de Gabriela Michetti en el Senado. Según se pudo saber, la presidente actual de la Cámara Alta detectó irregularidades en pagos y nombramientos de última hora.
La relación entre Cristina Fernández de Kirchner y Gabriela Michetti nunca fue la mejor, desde que la ex presidente tomó su banca en el Senado de la nación. A pesar de esto, en el medio de la transición se las pudo ver con un buen diálogo. Esta es la razón por la cual desde el entorno de la ex vicepresidenta se sorprendieron al ver que ordenó la auditoría de la Cámara Alta.
Supuestamente Cristina encontró facturas impagas, contrataciones excesivas, asesores nombrados con categorías altas y un taller de mantenimiento en malas condiciones. La vicepresidente de la nación ordenó la auditoría mediante una resolución, por la cual crea una comisión revisora integrada por el director general de recursos humanos, el de administración y la de asuntos jurídicos.
Los puntos que ese estudiaran son los legajos del personal de planta permanente y transitoria, designados en los últimos 12 meses, las recategorizaciones y el concurso para la cobertura de cargos en el ámbito del Honorable Senado. Además, la Comisión Revisora de la anterior gestión investigará el cumplimiento de las disposiciones legales en torno a todos los trabajadores.
En la resolución firmada por Cristina Fernández de Kirchner, antes de partir para Cuba, se expresa: “La Comisión Revisora deberá llevar adelante su cometido dentro de los sesenta (60) días de publicada la presente, transcurridos los cuales caducará en su cometido, el que podrá ser prorrogado por única vez en forma fundada, por idéntico termino”.