El caso por el violento asesinato de Fernando Báez Sosa sigue sumando capítulos. Los 10 rugbiers imputados por el crimen continúan encerrados en la cárcel de Dólores y cada vez están más complicados. El que salió a hablar ante la prensa fue el padre de Juan Pedro Guarino, quien aseguró que su hijo no mató al joven de 19 años en la ciudad de Villa Gesell.
El pasado sábado 18 de enero por la madrugada, se generó una trifulca dentro del boliche Le Brique de Villa Gesell y la seguridad sacó a un grupo de 10 rugbiers y a Fernando Báez Sosa. Luego de esta expulsión, los deportistas fueron a buscar al joven de 19 años y lo asesinaron a golpes. La justicia actuó de manera rápida y todos los sospechosos quedaron detenidos por la muerte de este muchacho.
Luego de pasar por varias ruedas de reconocimiento, los rugbiers fueron trasladados al penal de Dólores, donde se encuentran juntos pero sin contacto con otros presos. Los imputados fueron alojados en la zona de la alcadía de la cárcel. Este lugar tiene capacidad para diez internos, está situada en un primer piso entre dos pabellones evangélicos, y es un espacio especialmente preparado para los detenidos.
Al respecto el abogado de la querella, Fabián Améndola, en diálogo con Radio La Red, señaló: “Si realmente se confirma que estos chicos, además de hacer lo que hicieron, lo grababan, vamos a pedir una ampliación de los agravantes, ya que estarían demostrando que mataron por placer, que esto les causaba cierto placer. En tanto, se complica la situación Pertossi, quien grabó el ataque con su teléfono celular, debido a que presentó “equimosis en nudillos y escoriación en dedo mayor”.
Por el momento, los padres de los jóvenes detenidos no dieron muchas declaraciones, y cada vez que lo hicieron fueron acotadas. Este jueves, los rugbiers tuvieron su visita semanal, y a la salida, el papá de Juan Pedro Guarino, manifestó: “Él no hizo nada, sepan disculpar. Se va a hacer justicia”. Este imputado no se encuentra entre los principales coautores del hecho, aunque sí está acusado de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas.