La discusión paritaria se encontraba entre las principales preocupaciones socioeconómicas, pero esto fue antes de que el coronavirus acaparara la atención pública. Los profesionales de la educación no eran ajenos a estas tensiones, especialmente por el contexto recesivo del país. La crisis que desató la pandemia de COVID-19 los encuentra en situación compleja, ya que, en promedio, sus salarios cayeron casi 13% en la última década. Solo en tres provincias los maestros han conseguido vencer la inflación: San Luis, Salta y, en menor medida, Tucumán.
Tal como informó El Intransigente, un estudio del Observatorio Argentinos por la Educación reveló que los últimos diez años no han sido favorables para los ingresos del personal educativo. De acuerdo con la entidad, “los salarios docentes ajustados por inflación cayeron en promedio un 12,8% entre 2009 y 2018”. Este cálculo fue realizado considerando la nómina de un maestro de grado de jornada simple con 10 años de antigüedad en el ámbito estatal. Para esta estimación, los investigadores consideraron la paga de las 24 provincias y observaron que 21 “registraron variaciones acumuladas de signo negativo”.
Los tres distritos que consiguieron colocar sus salarios docentes por encima de los índices de aumento de precios fueron San Luis, Salta y Tucumán. El primero consiguió un incremento de 14,3% en la última década, bajo las gestiones de Alberto Rodríguez Saá y Claudio Poggi. El segundo obtuvo un alza de 13,6%, propiciada por la administración de Juan Manuel Urtubey. El tercero logró una suba de 3,4% durante las gobernaciones de José Alperovich y Juan Manzur. Por otra parte, Río Negro y Mendoza mantuvieron los haberes del sector educativo prácticamente constantes. En su caso, se registraron bajas de 0,9% y -1,0%, respectivamente.
Con una caída de 45,5%, Santiago del Estero fue la provincia con mayor atraso salarial. El observatorio contrastó su situación con la salteña, por tratarse de jurisdicciones cercanas. Según describió, los docentes santiagüeños con diez años de antigüedad percibieron en 2018 un salario de $13.291, mientras sus colegas de Salta cobraban casi el doble, $26.340. Estas diferencias se vieron reflejadas en la capacidad de compra de ambos. Los primeros podían adquirir el equivalente a dos canastas básicas y los segundos, a cuatro.
Por otra parte, la institución contrastó el sueldo de un maestro con la remuneración promedio del sector público. En esta comparativa, los docentes de la mayoría de las provincias salieron perdiendo, ya que predominaron los coeficientes menores a 1. La entidad también comparó los haberes del sector educativo con la media salarial del sector privado. En casi todos los distritos, las pagas del ámbito no estatal eran mejores. La única excepción era Salta, la ventaja era de $1119 a favor de los trabajadores de la enseñanza.