Todo el país está sufriendo las consecuencias de la pandemia del coronavirus. La provincia de Jujuy no está ajena a esta enfermedad y cuenta con un total de cinco personas infectadas. A pesar de ser uno de los territorios con menos casos, el gobernador, Gerardo Morales, tomó decisiones drástica. Estas generaron el descontento de la población jujeña.
El Intransigente publicó una nota de José de Álzaga en donde criticó fuertemente el actuar de mandatario. “Hablando de miserables, veo en los diarios publicado el rostro rústico, tosco e impolítico de ese avillanado que funge como gobernador del estado norteño de Jujuy, Gerardo Morales. El mismo revalida su bien conseguido título de patán. Ahora pretende ordenar que los afectados de coronavirus sean emparedados en vida en sus casas y estas marcadas con una faja en cruz”, aclaró.
“Con no ser poca villanía ya el abusar del poder para decidir la muerte civil de un ciudadano. Todavía este energúmeno deja al arbitrio de los vecinos el cuidado de los infecciosos, lo cual constituye un acto de privación ilegítima de la libertad. Actos estos con los cuales queda ratificada la índole precaria de ese cerebro. Únicamente enhebra ideas reñidas con la democracia y con la evolución de la posmodernidad”, expresó.
“Se me anuda el yeyuno a la altura de la segunda porción, cuando veo que sobre suelo argentino se desplaza un animal como Morales. Pretende imponer métodos que desde el insigne Adolf Hitler la humanidad no veía. Este inepto pretende reducir a Jujuy a un remedo del Gueto de Varsovia. Sigue marcando a los ciudadanos sospechosos de virulentos con una faja”, afirmó De Álzaga.
“Este Morales es una rémora del unicato con aspiraciones de caudillo. En realidad no supera la medida de un caporal de socavón. Una mala copia del Rey Bonifacio (de la Casa real afroboliviana, para los iletrados). Pretende dominar a la morenada pensando a los jujeños como mitayos aimaras antes que ciudadanos argentinos. Esto a pesar de vuestra cercanía con el territorio plurinacional”, cerró.